Instrucciones
recibidas de la Orden del Temple en las Catedrales Góticas. (3ª parte).
Del
primer plano, del suelo, aún no hemos hablado de las Instrucciones que vamos a
encontrar en la Cripta y en los cuatro puntos cardinales..
Las
Criptas son los lugares de más fuerza, de mayor manifestación energética del
Templo. Representa lo que está antes que el tiempo, el Mundo del Alma,
gobernado por las estaciones y las horas del día.
El
plano del suelo de la Catedral es una proyección ordenada del Universo. En
razón a la orientación solar, cada punto cardinal indica una posición extrema
del ciclo estacional y diario. El recorrido por la Catedral reproduce el
año solar ritmado por las fachadas. Es el camino que conduce desde las
tinieblas a la Luz. El otoño o crepúsculo está al Oeste; el invierno o
medianoche al Norte; la primavera o alba al Este y el verano o medio día al
Sur.
El
lugar menos iluminado de la catedral es el Norte. Todo el simbolismo del
pórtico norte está consagrado, generalmente, a los orígenes estelares, a la
estrella polar. En el Rosetón Norte el color simbólico dominante será el azul
oscuro y el tema está consagrado a la Madre del Mundo y al nº que gobierna su
crecimiento geométrico, el 8, imagen de la eternidad y del infinito.
La
primavera es el Este, es aquí donde el Sol se levanta cada día. El Este está
asociado al alba de la Vida. Su color simbólico es el verde. Este espacio de la
Catedral es también el del Altar que recibe el primer rayo de Sol por la
mañana. El grano de la Creación ha germinado y el Jardín del Edén está verde en
sus tallos y hojas. Único espacio curvo de la Catedral, focaliza la potencia
del Sol naciente y la reparte por todo el edificio.
El
Sur es el cenit solar, el apogeo de la Creación y su fructificación. En verano
la Naturaleza está madura y armonizada. El Sur representa el día eterno como el
Norte la noche eterna. El color simbólico asociado es el amarillo y el número
que gobierna ahí es el 4, imagen del orden, de la armonía y de la estabilidad
del Mundo organizado.
El
Oeste es el lugar del poniente, de la caída del Sol en las tinieblas, punto de
contacto entre el día y la noche, la vida y la muerte, lo visible y lo
invisible, lo profano y lo sagrado. El Oeste es el otoño del Mundo. El grano va
a encontrar lo subterráneo para su larga estancia en la noche que lo prepara
para volver a dar vida. Su color es el rojo, como el Sol poniente y el nº es el
12, como el recorrido acabado del Sol en el Zodiaco.
En
el recorrido de Este a Oeste del Sol dentro de la Catedral, desencadena el
proceso de poner en movimiento el tiempo. El Decanatus fija el Eje del Hombre
en el edificio, es decir, el devenir desde el nacimiento asociado al Este a la
muerte en el Oeste. Pecando de reiterativos, la entrada por la fachada Oeste
permite remontar el tiempo de la muerte hacia la vida, es decir, de lo profano,
situado fuera del recinto sagrado, hacia el Este, que representa los orígenes.
El Cardus representa el Eje de la Eternidad. El cruce del tiempo y la eternidad
tiene lugar bajo la piedra clave de la bóveda.
Reflexión
y Recomendaciones.
Continuamos en la línea señalada desde que comenzamos con las Catedrales
Góticas. Lo dicho en estas tres Reflexiones es apenas un esbozo de todas
las instrucciones que los Maestros Constructores, dirigidos por la Orden del
Temple dejaron para Crecimiento y Evolución de la Humanidad. A modo de
ejemplos: La última edición de la Guía Esotérica de la Catedral de Sevilla,
de Juan Sánchez Gallego son cerca de 400 páginas. El Misterio de las
Catedrales, de Fulcanelli, quizás más. Son tantas las instrucciones
dadas y en tantos lugares y culturas distintos, que caer en las garras de
sectas, de dogmaticos, o del predicamento de las iglesias es una
auténtica pena por lo que retrasan nuestro Crecimiento y Evolución.
Mañana
en la 4ª parte nos referiremos, al menos, a la LUZ dentro del Templo, a
Vidrieras y Rosetones, para dejar ya este instructivo, y que por nuestra cuenta
sigamos investigando y aprendiendo.
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