Hoy, 21-12-2012, la misma prensa, los mismos medios de comunicación, que durante años han estado malinformando de lo que definieron como profecías mayas, o alimentaron el miedo colectivo con un hipotético fin del mundo anunciado por los mayas, dando pábulo interesado a teorías contra la Ciencia Malla, han pasado el día entre la sorna, la ironía y la mofa por el hecho de que el Mundo no ha acabado hoy. Nunca dijeron los investigadores y estudiosos (serios) de lo Malla que la vida humana en este Planeta acababa hoy
Desde los programas
deportivos hasta los telediarios, pasando
por los realitys; en televisión, radio y prensa escrita … el mensaje ha sido
repetido una vez, otra vez … y muchas veces más. El objetivo perseguido ha
debido ser: “creemos la máxima confusión y la mayor desconfianza posible hacia todo lo que tenga que
ver con LO MALLA, así cortaremos, al menos, los lazos establecidos con los
INSTRUCTORES GALÁCTICOS MALLAS. Que la Humanidad siga en la órbita del Sistema de Control. Los beneficios que consigamos con esta estrategia ANTI MALLA son
extrapolables y extensibles a todas las instituciones en la misma línea”.
La confusión y la desconfianza ha sido reinstalada.
Y entre tanta
desinformación, oportunamente aparece hoy en “el país” un artículo de Federico
Mayor Zaragoza, que sin ser especialista en Cultura y Ciencia Maya, nos da una visión
de lo aportado por ellos. Vale la pena leerlo.
No podemos olvidar en
este escrito toda la labor, todo lo investigado y divulgado por Guillermo
Hernández Barbosa, (son muchos años de trabajo) y a quien animamos a continuar.
Es necesario. Entramos en los 1024 años de CONSCIENCIA XOLAR definido por los mayas
y eso, como las intrucciones para este NUEVO CICLO, hay que explicarlo. La Humanidad necesita de esa información, de ese
conocimiento. El libro de Guillermo RETORNO A-MALLA (2 vols) es tanto o más
necesario ahora, que antes.
Tampoco podemos olvidar a
la "Nueva Era" y sus voceros, (que no sólo han hurtado LA VERDAD, sino que hasta del nombre se apropiaron para malutilizarlo) y sobre los que la aludida prensa y medios de
comunicación en general, no dice nada. Y eso que hablamos de mentiras y
barbaridades dichas por ellos como estas: pasar a vivir en 5ª, 6ª dimensión;
(no se por donde irán ya), atravesar por puentes de Einstein-Rossen; agujeros
de gusano; posibilidad de chocar con cometas cómo Elenín; o con planetas ocultos
que iban a chocar con la Tierra; llegadas de miríadas de naves extraterrestres
con el propósito de salvarnos; personajes salvadores como los Adama´s, los
Kryones, los Ahstar´s; Clujsters; etc. … etc. Como
son la 5ª columna del Sistema de
Control, pues pueden campar a sus anchas.
Bajo estas líneas el
artículo de Federico Mayor Zaragoza.
21.12.12: 13
B’aktún, un ‘nuevo amanecer’
La cultura maya debe ser un referente
para revisar nuestra relación con la Tierra.
“Yo no viajo para llegar, viajo para ir”
Eduardo Galeano, en “Los hijos de los días”
Eduardo Galeano, en “Los hijos de los días”
TRIBUNA el país 21-12-2012
El “B´aktún” es la
unidad más extensa del calendario maya, conocida con el nombre de “cuenta
larga”. Equivale a 144.000 días (aproximadamente 394.5 años), que implica 20
K´aktún (7.200 días). El calendario gregoriano consta de años, lustros, décadas
y siglos. Hoy, 21 de diciembre de 2012, es el último día del décimo tercer
B’aktún. La “cuenta” se inició el día 11 de agosto del año 3.114 a. de C. Un
total de 5126 años, que ponen de manifiesto el extraordinario y antiguo
conocimiento de la astronomía por parte de la civilización maya, que alcanzó su
culmen en los años 300 a 900 d. de C., aunque los recientes descubrimientos en
el sitio Maya “El Mirador” (400 a de C- 100 d. de C) ponen en entredicho las
fechas “cumbre” tradicionalmente aceptadas.
Entre el 20 y el 26
de diciembre de 2012 tendrá lugar una alineación de astros que no volverá a
ocurrir hasta que transcurra otra “cuenta larga”. Queda muy claro que no se
acaba nada –y menos el mundo- sino que empieza otra “cuenta” de 394 años y
medio… Y quedan muy claras también las profundas raíces y esplendor de muchas
civilizaciones originarias. Según Carlos Rivers y Agustín Estrada Monroy,
autores del libro El despertar del jaguar”, “el 21 de diciembre del
2012 marca el final del 13 B’aktún del calendario maya, que coincide con la
vuelta al punto inicial de la Tierra en la precesión de los equinoccios en su
movimiento en derredor del Sol.” Por si fuera poco, el fenómeno coincide en el
calendario maya con el final de un ciclo de más de 5.000 años llamado “Quinto
Sol”, para empezar el nuevo ciclo el 22 de diciembre.
Los seres humanos
son los únicos “averiguadores” de la vida, según refiere Galeano en El
Génesis, según los mayas. Los mayas, “des-cubridores”. Los mayas, capaces
de grandes construcciones como las ya visibles de Tikal y Chichén Itzá, en
Guatemala y México respectivamente, o en las todavía “cubiertas”, que se
anuncian fantásticas, como el arriba indicado “El Mirador” en tierras
guatemaltecas.
Cuando hablamos de
América Latina estamos haciendo una descripción muy parcial de la América que
pretendemos describir, cuyas antiquísimas civilizaciones podrían haber
constituido grandes aportaciones culturales y científicas en el momento del
“descubrimiento” del “nuevo mundo”… cuando era tan “viejo” o más que el de los
recién llegados. En efecto, los nativos americanos, los indígenas, forman tanto
desde un punto de vista antropológico como identitario una extraordinaria
realidad que no incluye la apelación “latina”, término utilizado por primera
vez en París en 1856, para ampliar el “espacio” hispanoamericano a los países
de habla portuguesa y francesa. El escritor Danilo Valladares ha publicado un
artículo titulado Mesoamérica maya: nueva era, vieja exclusión, que
resume lúcidamente la situación de los protagonistas del B’aktún. El B’aktún
del año 2012 debería ser el inicio de la inclusión, de la convivencia, de la
gran amistad entre nativos y “ladinos”.
Las maneras y estilos de la cultura maya
podrían servir de ejemplo para enderezar los entuertos producidos en el medio
ambiente.
La maya más
sobresaliente de la historia contemporánea, Rigoberta Menchú, Premio Nobel de
la Paz, escribió en la Fundación Baltasar Garzón: “No hay paz sin justicia. No
hay justicia sin equidad. No hay equidad sin desarrollo. No hay desarrollo sin
democracia. No hay democracia sin respeto a la identidad y dignidad de las
culturas y los pueblos”.
Para los mayas el
B’aktún es, pues, otro inicio, es otra oportunidad de extraer las lecciones del
pasado y diseñar un futuro más acorde con su dignidad, más justo. Habrá grandes
rituales y ceremonias mayas, con mayor intencionalidad turística que
representación real del valor de esta civilización.
Según Yeanet Zaldo,
las teorías apocalípticas surgen de una estela de piedra descubierta en la
década de los sesenta del siglo pasado en el sitio arqueológico de Tortuguero,
en el Estado de Tabasco, México , que anuncia el regreso de un dios maya al
final del décimo tercer B’aktún. Pero se trata de un aspecto anecdótico que no
debe desfigurar ni rebajar los grandes rasgos y la calidad del pasado y
presente del pueblo maya. Las bellísimas celebraciones del solsticio de
invierno en Iximché, en Chimaltenango…, son espectáculos de gran interés, pero
únicamente válidos como atractivos reflejos de una cultura singular que debe
ser debidamente valorada.
Cultura muy
respetuosa con la naturaleza, la Madre Tierra, con maneras y estilos que
podrían servir de ejemplo para enderezar los entuertos producidos en el medio
ambiente por las actitudes actualmente predominantes, y es de esperar que los
postreros envites de un sistema que ha confiado las riendas del destino común a
los países más ricos del planeta, cambiando la democracia a escala mundial por
la plutocracia y los valores éticos por las leyes del mercado, rectifiquen inspirándose
en estos aspectos del comportamiento maya. Una cultura que da gran importancia
al sentido comunitario sobre el egoísmo individualista, y a la solidaridad como
vínculo social que privilegia la condición humana sobre la condición económica.
Hemos cambiando la democracia a escala
mundial por la plutocracia y los valores éticos por las leyes del mercado.
Todo —talento
incluido—lo pasan los “globalizadores” presentes por el cedazo del dinero. El
“gran dominio” (militar, financiero, energético y mediático) no cesa en su
acopio de riqueza y poder al tiempo que los desgarros sociales se amplían
peligrosamente. Es un problema de conciencia, es un agravio inmenso, es una
vergüenza colectiva que cada día mueran más de 30 mil niños de uno a cinco años
de edad de hambre, cuando se invierten en seguridad (armas y gastos militares)
alrededor de 4.000 millones de dólares. No me canso de repetirlo, porque
constituye una auténtica afrenta personal, una espuela que nos incita a no
dejar de protestar y a hacer propuestas para los cambios radicales que la
“humanización” de nuestra especie exige.
Oscuras y turbias
maquinaciones, insolidarios comportamientos han ensombrecido el horizonte de
buena parte de la humanidad. En particular, de mucha gente joven.
Se está fundiendo el
Ártico, está aumentando sin cesar el nivel del mar… y nosotros, en Occidente,
preocupados únicamente por las primas de riesgo y los valores bursátiles…
El tiempo del
silencio y de la sumisión ha concluido. Constituiría una auténtica maravilla
que empezara, con el B’aktún, un cambio de era planetaria. “Ningún reto se
sitúa más allá de la capacidad creadora de la especie humana”, afirmó el
presidente John Fitzgerald Kennedy en junio de 1963. Lo cuento con frecuencia,
porque todos tenemos que ser conscientes de que unidos, sumando esfuerzos y
experiencias, podemos inventar el futuro.
Asumamos los
propósitos del B’aktún de los pueblos mayas. No consintamos ni un día más que
se siga deteriorando la Tierra, que se siga desvencijando el entorno ecológico
de las generaciones venideras. Actuemos con firmeza para que se reconviertan
estas grandes compañías mineras que utilizan —el oro ciega— técnicas
absolutamente inadecuadas y nocivas para los mineros y el medio ambiente…
Acabemos con la impunidad de los traficantes de drogas, armas, personas…
mediante una refundación de las Naciones Unidas que proporcione el marco
supranacional que la gobernación del mundo requiere.
En la Carta de la
Tierra, presentada en el año 2000, se incita a la humanidad, en los albores de
siglo y de milenio, a hacer valer sus facultades distintivas para llevar a cabo
“un nuevo comienzo”.
Vivimos ahora
tiempos fascinantes gracias a la consciencia global, a la progresiva puesta en
práctica de la capacidad esencial de la mujer en la toma de decisiones y, por
primera vez en la historia también, por la posibilidad de libre expresión y de
participación no presencial gracias a las nuevas tecnologías de la comunicación
y de la información.
El 13 B´aktún
marcará un momento histórico en el cosmos. Construyamos en vez de destruir,
amemos en vez de odiar y canalicemos nuestra energía hacia un nuevo amanecer.
Un nuevo amanecer con ciudadanos plenos y nunca más súbditos impasibles, nunca
más espectadores atemorizados por lo que acontece.
Un nuevo amanecer,
por fin despiertos y preparados para caminar a contraviento. Para diseñar
rumbos distintos con un destino común.
Un “nuevo amanecer”
para la gran transición de una cultura de imposición, violencia y guerra a una
cultura de diálogo, conciliación, alianza y paz.
Un “nuevo amanecer”
que debería ser, sencillamente, la gran inflexión histórica de la fuerza a la
palabra.
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