Investigaciones del Profesor Corrado Malanga (3)
Los siguientes son extractos de Alien
Cicatrix, obra del Profesor Corrado Malanga. La selección que he
hecho complementa las informaciones que se aportan en otros dos posts
previos:
http://tavojimenezdearmas.blogspot.com/2010/06/investigaciones-del-profesor-corrado.html
http://tavojimenezdearmas.blogspot.com/2010/06/investigaciones-del-profesor-corrado_13.html
No se sabe bien qué es lo que esta sucediendo, pero hay dando vueltas un cierto malestar. Se echan las culpas a las circunstancias, a la política, a las guerras, al tiempo atmosférico y a la contaminación, pero en realidad nadie entiende qué está pasando. ... Sucede que nuestra Ánima, a nivel inconsciente, sabe que está por suceder lo irreparable, pero no sabe cómo decirlo, a nivel consciente, a la parte restante de nosotros mismos, a los planos de la consciencia y al subconsciente. Todo queda, por lo tanto en el sopor, entorpecido a nivel de sensación. Se sabe que tiene que suceder algo, pero no se sabe qué. Se percibe que aquello que tiene que suceder no será algo bueno, pero (…) se considera que se trate de sensaciones dictadas más por el estado en que hoy se encuentra la sociedad, que no por un problema real y concreto. Este tratado explica, con pelos y señales, en que cosa consiste el problema de las interferencias alienígenas, internas y externas del abducido, aclara la interrelación entre alienígenas, y entre alienígenas y grupos de Gobierno Mundial (…) Están descriptas las técnicas de sumisión que los alienígenas, y los militares en connivencia con ellos, utilizan para sus propios objetivos. Se indica cuáles son los objetivos por lo cual todo eso sucede y se describen, detalladamente, las técnicas utilizadas para comprender el fenómeno.
Se hace un amplio uso de hipnosis regresiva y uso de Programación Neuro-Lingüística (PNL), completamente renovadas y reestructuradas desde las bases. Se agregan los testimonios de aquellos que han sido abducidos y que llevan, en su cuerpo, las cicatrices de esta tremenda experiencia. Estas cicatrices, como veremos en el texto, no tocan sólo el físico, sino sobre todo le hacen sentir su peso a nivel de la psique: psique y cuerpo humano en mano de los alienígenas. Este tratado habla de las cicatrices que los alienígenas han inferido a la sociedad humana desde siempre, escondiéndose detrás de las religiones, política y poder, y utilizando la estupidez de algunos seres humanos vacíos por dentro.
Este tratado, sin embargo, habla también de la verdadera naturaleza del hombre y del Universo, distingue entre Ánima, Cuerpo, Mente y Espíritu, y entre realidad real y realidad virtual, y da la clave de lectura para poder finalmente devenir.
Mi dí cuenta, de hecho, que al estudiar a los alienígenas, había cometido un gran error metodológico, no se puede estudiar los alienígenas sin saber cómo estamos hechos nosotros mismos. Descubrí tempranamente que los alienígenas buscaban algo de nosotros que ellos mismos no poseían, algo que nosotros no sabíamos poseíamos, algo que convierte a muchos hombres en parte integrante de Dios. (Pág. 4)
Liberarse de los alienígenas quiere decir, de hecho, liberarse de todas las formas de poder, también de aquellas que nos enseñan a respetar desde pequeños, para aprender a distinguir y a reconocer los falsos dioses, del Dios verdadero. (…) Comenzaremos a hablar de los alienígenas y terminaremos por hablar de Dios (…) esto es algo para aquellos que tienen el Ánima y que no la han..."vendido al diablo". Este tratado está dedicado a todos los abducidos que me han ayudado con sus testimonios y su voluntad de ver claro; que han luchado y luchan conmigo contra esa componente de la estupidez humana que nos ha llevado al borde del abismo. (Pág. 4-5)
John Mack no es el único (científico estudioso del tema), en el mundo académico, en describir y avalar el fenómeno de los secuestros alienígenas: también la Temple University, con el profesor David Jacobs, un histórico que conoce las técnicas de hipnosis regresiva, se expone a las críticas de la comunidad académica americana. El libro de Jacobs que obtiene mayor suceso, The Threat, relaciona los proyectos alienígenas con las experiencias sufridas por los secuestrados y después olvidadas, canceladas de sus mentes. Se trata de un primer intento de dar una respuesta a la pregunta: "¿Por qué todo esto?". Jacobs sostiene, pesimistamente, que los alienígenas no son propiamente dicho una estirpe de santos, y que persiguen un proyecto preciso: modificar biogenéticamente a los terrestres para poder después convivir con nosotros sobre nuestro planeta. Este proyecto debería concluirse dentro de aproximadamente cuatro generaciones terrestres, cuando, según el autor, ya toda la población terrestre habrá tenido al menos una experiencia de abducción. (…) El pesimista Jacobs sostiene que nosotros ya estamos en manos de los alienígenas y que éstos no nos han pedido permiso para llevar a cabo ciertas decisiones sobre nosotros. Según él, nosotros somos propiedad alienígena, porque somos inferiores sea del punto de vista científico que biológico: es decir que lo que los alienígenas buscan es nuestro planeta y, en la mejor de las hipótesis, lo van tomar sin emplear la fuerza, lo harán con un sutil engaño plurisecular. (Pág. 7)
Las pruebas objetivas de una concreta abducción, y no aquellas subjetivas (que están caracterizadas por diferentes indicios de validez), son hoy siempre más difícilmente desmontables.
Por ejemplo, los abducidos, bajo hipnosis, cuentan de haber sufrido una extraña intervención quirúrgica a través de la nariz y -en efecto- fue el propio Hopkins el que descubrió por primera vez un microimplante en el interior del cerebro de un abducido. Este tipo de implante, introducido a través de una de las fosas nasales (generalmente la derecha) hasta llegar al hueso esfenoides, perforándolo, que viene colocado en la posición final en el interior de la hipófisis, ha sido después encontrado fácilmente en muchos otros abducidos mediante RMN (Resonancia Magnética Nuclear), TAC (Tomografía Axial Computada) y a veces también, por medio de simples radiografías frontales y parietales.
Otros tipos de implantes han sido encontrados bajo microcicatrices que los abducidos tienen en el cuerpo, sin saberlo a nivel consciente; pero que, bajo hipnosis, ellos recuerdan siempre la operación, aunque no siempre saben decir con certeza si algo le ha sido introducido o extraído. En los Estados Unidos, Derrel Sims ha profundizado la investigación y, con la ayuda del doctor Leir y de otros cirujanos, ha extraído del cuerpo de muchos abducidos, cuando fue posible, extraños objetos microscópicos, algunos de los cuales, analizados en por lo menos cinco universidades americanas, han revelado la presencia de un porcentaje isotópico (en los componentes del implante) diferente del terrestre, confirmando, sin sombras de "duda lógica", la procedencia alienígena. (…) Para citar un ejemplo, hace unos años Sims extrajo del dedo grande del pie izquierdo de una mujer de mediana edad, un pequeño objeto metálico cubierto por una membrana de material quitinoso, probablemente para evitar el rechazo. Este material poseía un porcentaje isotópico diferente del terrestre previsible para esa muestra, tan diferente, que hizo declarar a Sims que la naturaleza del objeto encontrado era alienígena, algo que resultaba confirmado por el resultado de las hipnosis regresivas efectuadas sobre la señora. (Pág. 10)
En este contexto es fundamental hacer notar que algunas abducidas son objeto de fecundaciones artificiales por parte de los alienígenas, los cuales introducen un óvulo, preparado por ellos y ya fecundado, en el cuerpo de las víctimas; éstas últimas llevan adelante la gestación durante tres meses, y luego durante otra experiencia de secuestro, el feto es extraído de la portadora e introducido en un cilindro de material transparente, lleno de líquido, para continuar con la gestación in vitro. Al relato de lo sucedido, realizado bajo hipnosis regresiva, contado exactamente en el mismo modo por todas las interesadas hasta en los más mínimos detalles, se agrega el aval de los análisis médicos, de las ecografías y de todo aquello que pueda servir a identificar en estas mujeres, no casos de embarazos histéricos, como va charloteando algún desinformado, sino como verdaderas pruebas objetivas de abducción. También en este caso las pruebas disponibles son aplastantes, pero una vez más la ciencia oficial, interpelada sobre este aspecto característico de las abducciones, explica el fenómeno así:
"En estas mujeres el nacimiento de un tumor en los ovarios produce los efectos de un embarazo durante tres meses, luego el tumor, grande como un pequeño feto, se cura solo y desaparece".
Las abducidas tratadas por mí, que han sido sometidas a la implantación del óvulo, han formado tejido placental y sucesivamente a la extracción del feto por parte de los alienígenas, lo han expulsado, habiendo generado además una hinchazón en los senos por producción láctea. Algunas de ellas tenían las trompas quirúrgicamente cerradas, algunas utilizaban progestágenos para evitar el embarazo, otras no habían tenido relaciones sexuales por mucho tiempo, pero en la prueba química todas resultaban embarazadas y todas, sea a través de hipnosis o mediante las técnicas de Programación Neuro-Lingüística, relataban sus experiencias con los alienígenas.
Ante una extraña ecografía efectuada a una mujer embarazada de tres meses (a juzgar por los valores de los esteroles presentes en los análisis químicos), en la cual se individuaban líquido amniótico y una placenta con algo dentro muy pequeño y en donde se escuchaba un rumor rítmico similar a un latido cardíaco pero más lento que el del humano, once médicos dijeron que el embarazo era histérico y que el latido cardíaco era de un feto que estaba por morir (en un embarazo histérico no hay feto), o si no se trataba de contracciones rítmicas de la vagina de la pobre desafortunada; de resaltar es que todo eso sucedía en la que, en el campo académico, está actualmente considerada como la mejor clínica ginecológica italiana! (Pág. 11)
La cantidad de material recolectado, la reproducibilidad de las experiencias hipnóticas realizadas, hasta ahora, sobre más de doscientos casos y las pruebas colaterales obtenidas, me permiten decir, claramente y por primera vez en el mundo sin temor a ser desmentido, qué es lo que quieren de nosotros los diversos grupos alienígenas que están en la Tierra desde hace miles de años.
Los resultados obtenidos, que serán seguidamente sintéticamente enunciados, me han hecho entender también por qué era tan difícil comprender el motivo de sus acciones. ¿Por qué, de hecho, después de años de trabajo, sea mío o de otros colegas extranjeros, no se lograba construir un cuadro general? Porque los alienígenas buscaban algo en nosotros que nosotros no sabíamos que tenemos. (Pág. 13)
Los abducidos que habían tenido contacto con estos seres, bajo hipnosis, reportaban unánimemente que los alienígenas vivían: "a través de nosotros, a través de nuestra mente" (…) En este tipo de abducidos existían una fuerte dicotomía cerebral, que un psiquiatra de pacotilla habría fácilmente interpretado como esquizofrenia aguda; sin embargo analizando más profundamente la personalidad de estos sujetos no quedaban dudas sobre su total salud mental. Ellos se sentían a menudo diferentes, como si no fueran de este mundo, y tenían flash-back donde recordaban escenas de vidas pasadas e imágenes en donde obraban en un contexto alienígena, como si fueran ellos mismos alienígenas. Fue rápidamente claro que en sus mentes existía una zona de memoria con acceso denegado, en donde estaban escondidos algunos recuerdos que contenían escenas de vida de un alienígena: nació la hipótesis de que fuera real aquello que resultaba de varias otras hipnosis, es decir que los alienígenas usaban el cerebro de los abducidos como depósito para sus recuerdos (en términos informáticos, una especie de sistema de back-up).
Según tal hipótesis los alienígenas en cuestión buscaban la inmortalidad, que no pueden en realidad alcanzar, porque, a pesar de ser mucho más longevos que nosotros, mueren igualmente. Pueden, sin embargo, hacer sobrevivir todos sus recuerdos, metiendo en el cerebro de un niño terrestre toda la experiencia de la vida entera (hasta ese momento) de uno de ellos, el cual, después de esto puede eventualmente morir.
El niño con el transcurrir de los años, se convierte en adulto y cada tanto el cerebro muestra pequeñas señales de otra personalidad, creándole no pocos problemas existenciales.
La memoria alienígena permanece de todas maneras inaccesible, a menos que se recurra a una especie de clave (similar a la password de una computadora) capaz de abrirla y de liberar el contenido.
Antes de la muerte del abducido utilizado para el back-up, los alienígenas vuelven y copian, si es necesario todo el contenido de la memoria en el cerebro de uno de ellos recién nacido. Éste dispone así de inmediato de la memoria, aparte que la del terrestre, la de su predecesor alienígena, por lo tanto se convierte en uno con él. Así su personalidad sobrevive, aunque el cuerpo muera, y se obtiene un sucedáneo de inmortalidad. El alienígena recién nacido no tiene que hacer experiencia, empezando de nuevo todo el proceso formativo, y al final, por dar un ejemplo, un alienígena (o mejor dicho su personalidad) antiguo de treinta mil años resultará formado por los recuerdos de seis alienígenas de cinco mil años cada uno, más un número elevado de memorias de terrestres usados para el back-up.
El producto de la aplicación de la idea recién descripta es una sola personalidad en evolución, que utiliza muchos cuerpos en sucesión: una suerte de pseudo-inmortalidad que permite a los alienígenas conservar todas las características fundamentales de su pensamiento original. (Pág. 17)
Emergía así, la existencia de seres que se definían "matriz de puntos de luz", que vivían "entre un tiempo y el otro" y que se autodefinían como el Anima de los seres humanos. Esa cosa que, poseyéndola, confiere la Vida Eterna! Ya: justo aquella que buscaban los alienígenas... Ahora todo era claro. El atento análisis de estos eventos me hizo comprender, en el arco de alrededor de un año, que los alienígenas intentaban capturar nuestra matriz de puntos de luz y trataban de utilizarla para sus propios fines. (…) Pero, por fortuna, parecía también, por lo menos en un primer análisis, que ellos no lo lograban, de forma "estable" o "por un largo período", a causa de una incompatibilidad de tipo biogenético entre ellos y nuestra Anima. El Ánima era perfectamente consciente de estos tentativos y no le agradaba para nada, pero no podía, o no quería, hacer nada para impedirlos.
Durante la hipnosis emergía la descripción de extraños campos de fuerza, que transportaban el Ánima dentro de un cuerpo alienígena, pero la unión duraba un tiempo brevísimo, luego se producía la separación total e irreversible, con relativa frustración del alienígena que no había logrado, una vez más, conectarse permanentemente con la matriz de puntos de luz, transformándose en un todo con ella.
En nuestro ADN existe, de hecho, algo que nos hace compatibles con nuestra Anima, como aseveran, interrogadas a tal propósito, las mentes alienígenas insertadas en los cerebros de los abducidos: en el fondo sólo se trata de preguntar a las mentes alienígenas, activadas mediante la correcta password, los contenidos de sus memorias.
Es como mirar, sin dejarse ver, entre los papeles secretos de los alienígenas. La compatibilidad de nuestro ADN con el Anima aclara por qué los alienígenas están tratando, con experimentaciones biogenéticas, de modificar su ADN convirtiéndolo similar al nuestro, es decir compatible con aquello que comúnmente viene llamado "Anima". El Anima, al ser interrogada sobre cómo era todo esto, fue clarísima: los abducidos, aparte de otros requisitos, tienen el Anima, que otros seres humanos no poseen.
Además "esa cosa", no la tienen todos los seres humanos, sino sólo una minoría de ellos (aproximadamente 20 ó 25%). Finalmente se descubría que el Anima, una vez extraída del original, al no ser compatible con el cuerpo de los alienígenas, era instalada por pocos segundos en la copia del abducido dentro del cilindro vertical y luego devuelta al cuerpo original, el único verdaderamente compatible durante largo tiempo.
Por lo tanto el abducido no era despojado, si no por pocos instantes y cada tanto, de su esencia anímica.
"El Anima no se puede copiar", dicen las (Ánimas) matrices de puntos de luz interrogadas por mí en hipnosis. (…) "Los alienígenas lo saben y es por esto que tratan de usar las vuestras, pero tienen que modificar su ADN, si quieren conectarlas para siempre en sus cuerpos"
Es por esto que los alienígenas hacen experimentos genéticos sobre la raza humana: sólo para crear una raza "puente" entre nosotros y ellos, una raza que posea aquella parte de ADN conectable al Anima humana.
En ese punto, y sólo entonces, podrán arrebatar las Animas a los habitantes de este planeta, y tal vez de otros planetas y se posesionarán de ellas para siempre. Este es el verdadero contenido del plan alienígena.
Todos los abducidos decían, las mismas idénticas cosas, todos sin ninguna excepción! (…) Todo se volvía muy simple: algo, al interno de nuestro ADN, era la sede de la vida eterna y los alienígenas, deseosos de alcanzarla, la buscaban en nosotros, que no sabíamos ni siquiera que algo por el estilo pudiera existir. (…) Esto es lo que buscaban los alienígenas en algunos, y sólo en algunos de nosotros. (Pág. 21)
Faltaba todavía un eslabón a la cadena: los antiguos egipcios describían la existencia del Cuerpo físico, de la Mente y del Anima, pero también del Espíritu. No se sabía de qué se tratase. Para hacerlo breve, evitando complicaciones inútiles, de la mente de los abducidos emergían, bajo hipnosis, rastros de recuerdos de vidas de seres alienígenas completamente diferentes a nosotros: Seres de Luz, de naturaleza diferente, seres que, si bien muy longevos, eran mortales porque, por cuanto se ha sabido, en todo lo creado sólo el Creador y una parte de los seres humanos poseen el Anima.
Estos Seres de Luz son, probablemente, aquellos que nuestra cultura mitológica define como "espíritus inmortales" y controlarían a los alienígenas responsables del fenómeno de los secuestros, los cuales, a su vez, controlarían a los Grises "cyborg" que controlan la humanidad entera. (…) Se vuelven así comprensibles, ciertos fenómenos que la Iglesia describe como "posesiones diabólicas", las cuales tendrían lugar cuando a una persona no le agrada la presencia dentro de sí, de un "Ser de Luz" parásito y negativo.
¿Teníamos acaso que ver con entidades más positivas en simbiosis con el Anima de quien la posee? ¿El Ser de Luz prefería quizás detenerse en los cuerpos de personas dotadas de Anima, porque de esa manera podía, por así decirlo, aprovechar la "energía" del Anima y no envejecer?
Sí, era justamente así. Todos estos seres quieren el Anima, porque son todos mortales y todos vienen a buscar al único lugar del Universo donde (…) ella existe. (Pag. 22)
Existen diferentes modalidades de parasitaje, utilizadas por los alienígenas según sus necesidades. La más simple está constituida por la utilización de una parte del cerebro del abducido para introducir en la mente de este último los recuerdos de una vida alienígena, en modo de no perderlos, en una suerte de pseudoinmortalidad del pensamiento.
Diferente, en vez, el accionar del Ser de Luz, que se engancha principalmente en el Espíritu del abducido e influencia el comportamiento. Del estudio de las registraciones de las hipnosis parece emerger que el Ser de Luz sea el inventor de las religiones y del sentimiento de culpa, dos instrumentos que junto con otros, no sería sino el mítico Lucifer del Viejo Testamento. Esta figura arquetípica no tiene que ser confundida con aquella de Satanás, el cual, en vez, tiene que ser conectado a la mítica figura de Astar (Astarotte), encarnada en el Sauroide alienígena.
Nada que ver tampoco con el Diablo del Viejo Testamento. Este era aquel que guiaba las tropas de ángeles negros, entre los cuales se deben incluir los primeros dos alienígenas, el Ser Luminoso y el Sauroide. La figura de comandante de las tropas diabólicas le corresponde al alienígena blanco con seis dedos.
Este ser resultaría vivir en una zona del Universo dimensionalmente puesta "detrás" de la nuestra, en modo que, mientras el Universo se expande, la zona de este alienígena tiende a retraerse sobre sí misma, por razones que tienen que ver, probablemente, con la conservación de la simetría total. Este ser, o mejor su mente alienígena, está capacitada para establecer un contacto con las mentes de los abducidos y pilotearlos a distancia, como si se tratara de marionetas. Su objetivo final sería lograr pasar de "este lado", antes de que su Universo se cierre y, en un segundo tiempo, "pasar a otro lugar", donde volver a vivir con el Anima, obviamente, sería la nuestra, que nos vendría arrancada a la fuerza durante el segundo pasaje.
Estas son las informaciones recolectadas de las hipnosis efectuadas. Pueden parecer absurdas e increíbles, pero no son de hecho así. (…) Este (ser) no se engancha tanto al Espíritu, sino sobre todo a la Mente del abducido y utiliza su cerebro para moverlo a distancia como un títere. (Pág. 37)
El único modo posible para administrar eternamente el poder sobre los humanos era convertirlos como en zombies, comenzando por convencer a la población, a través del proceso político que hoy es definido como ‘Globalización’, de que todos tienen que hacerse instalar un microchip en el cráneo. Los pretextos son múltiples y creíbles:
"Los microchips los ayudarán a sobrevivir, porque dentro estarán todos los códigos personales, se les abrirán automáticamente todas las puertas, podrán pagar sin tener que hacer el mínimo esfuerzo y sin arriesgarse a ser robados, en los hospitales tendrán inmediatamente vuestra historia clínica y podrán prolongar (un poco) vuestra existencia." Y así sucesivamente.
Naturalmente, sin el microchip no podrán siquiera hacer una operación bancaria. Estarán "OUT", fuera del mundo. Obviamente no será declarado que el microchip en cuestión, sin que se den cuenta, les dirá cómo y por quién votar, cuándo hacer el amor, cuándo dormir, cuándo y qué cosa soñar.
Las patentes de estos microchips fueron lamentablemente ya concedidas, todos los circuitos electrónicos necesarios están en un espacio de 2,5 x 2,5 milímetros y ahí están contenidas las instrucciones necesarias para poder efectuar alteraciones en la consciencia humana. Además, el chip, una vez insertado en el cuerpo humano, se autoalimenta. Entre las organizaciones que, en connivencia con los Sauroides, quieren transformar la Tierra en un inmenso videojuego, se encuentran implicadas, con los propios adeptos de máximo nivel, diferentes sociedades secretas: desde el Grupo de Tule hasta el Golden Dawn, desde la Orden de los Templarios al Club of Rome y los Rosacruces.
Son los que manejan los bancos, las fuentes energéticas y un cierto tipo de políticas sociales y religiosas: ellos, utilizando servicios secretos y militares, producirán el lento pasaje del hombre del estado de libre a aquel de esclavo imbécil.
Todo aquello que desde hace años venía comunicado por algunos reveladores era, por lo tanto, absolutamente cierto. (Pág. 39)
(Acerca de dos fotos incluidas en el libro): Implantes no alienígenas, que utilizan microchip de construcción terrestre. Estos implantes son introducidos en los dientes de los abducidos y no en el arco supradental, como aquellos de naturaleza alienígena, los cuales son menos espesos.
En esta cantidad ejemplificadora fueron recogidos los principales tipos de implantes, alienígenas y no alienígenas, que me han caído entre manos durante los estudios efectuados en todos estos años. Estas imágenes son publicadas todas juntas para facilitar a los investigadores la identificación del fenómeno. (Pág. 43)
Todos los abducidos tienen la fractura en el esfenoides y tienen el implante pineal; todos tienen el implante retroauricular, todos tienen la cicatriz en la tibia. Esta última cicatriz está, a veces, en la pierna derecha, mientras que muy raramente parece invisible. Un atento análisis del epitelio, lleva siempre a la conclusión que una cicatriz de ese tipo, aunque menos evidente, está de todas maneras presente.
De este modo es bastante fácil descubrir, y el abducido lo descubre por casualidad, de tener algo en el arco dental superior (a izquierda o a derecha). No se trata de una obturación y el implante no está en interior del diente, sino que ha sido introducido en el paladar. En ese punto, cerca de un molar, se hace bien notar la cicatriz de un pequeño corte, largo 4 o 5 mm, que evidentemente ha servido a introducir el objeto. (…) Para qué sirven estos "trastos" no se sabe con certeza y la hipótesis más atendible es aquella según la cual se trataría de microchips utilizados para controlar a distancia el comportamiento de los abducidos. (Pág. 44)
Frente a estos extraños objetos y a las correspondientes cicatrices, los médicos tienden siempre a dar explicaciones que no tienen ninguna apariencia de científico. Un abducido, por ejemplo, fue por primera vez al dentista, no habiendo nunca ido antes, para hacerse una visita de control. El médico, de Livorno, le preguntó cuándo había estado en los Estados Unidos para hacerse curar un diente, el cual presentaba, en su interior, una barra de iridio que en Italia todavía no se usaba. El abducido respondió que nunca había sido intervenido en los dientes, pero no fue creído, y estuvo obligado a cambiar dentista. (Pág. 45)
http://tavojimenezdearmas.blogspot.com/2010/06/investigaciones-del-profesor-corrado.html
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No se sabe bien qué es lo que esta sucediendo, pero hay dando vueltas un cierto malestar. Se echan las culpas a las circunstancias, a la política, a las guerras, al tiempo atmosférico y a la contaminación, pero en realidad nadie entiende qué está pasando. ... Sucede que nuestra Ánima, a nivel inconsciente, sabe que está por suceder lo irreparable, pero no sabe cómo decirlo, a nivel consciente, a la parte restante de nosotros mismos, a los planos de la consciencia y al subconsciente. Todo queda, por lo tanto en el sopor, entorpecido a nivel de sensación. Se sabe que tiene que suceder algo, pero no se sabe qué. Se percibe que aquello que tiene que suceder no será algo bueno, pero (…) se considera que se trate de sensaciones dictadas más por el estado en que hoy se encuentra la sociedad, que no por un problema real y concreto. Este tratado explica, con pelos y señales, en que cosa consiste el problema de las interferencias alienígenas, internas y externas del abducido, aclara la interrelación entre alienígenas, y entre alienígenas y grupos de Gobierno Mundial (…) Están descriptas las técnicas de sumisión que los alienígenas, y los militares en connivencia con ellos, utilizan para sus propios objetivos. Se indica cuáles son los objetivos por lo cual todo eso sucede y se describen, detalladamente, las técnicas utilizadas para comprender el fenómeno.
Se hace un amplio uso de hipnosis regresiva y uso de Programación Neuro-Lingüística (PNL), completamente renovadas y reestructuradas desde las bases. Se agregan los testimonios de aquellos que han sido abducidos y que llevan, en su cuerpo, las cicatrices de esta tremenda experiencia. Estas cicatrices, como veremos en el texto, no tocan sólo el físico, sino sobre todo le hacen sentir su peso a nivel de la psique: psique y cuerpo humano en mano de los alienígenas. Este tratado habla de las cicatrices que los alienígenas han inferido a la sociedad humana desde siempre, escondiéndose detrás de las religiones, política y poder, y utilizando la estupidez de algunos seres humanos vacíos por dentro.
Este tratado, sin embargo, habla también de la verdadera naturaleza del hombre y del Universo, distingue entre Ánima, Cuerpo, Mente y Espíritu, y entre realidad real y realidad virtual, y da la clave de lectura para poder finalmente devenir.
Mi dí cuenta, de hecho, que al estudiar a los alienígenas, había cometido un gran error metodológico, no se puede estudiar los alienígenas sin saber cómo estamos hechos nosotros mismos. Descubrí tempranamente que los alienígenas buscaban algo de nosotros que ellos mismos no poseían, algo que nosotros no sabíamos poseíamos, algo que convierte a muchos hombres en parte integrante de Dios. (Pág. 4)
Liberarse de los alienígenas quiere decir, de hecho, liberarse de todas las formas de poder, también de aquellas que nos enseñan a respetar desde pequeños, para aprender a distinguir y a reconocer los falsos dioses, del Dios verdadero. (…) Comenzaremos a hablar de los alienígenas y terminaremos por hablar de Dios (…) esto es algo para aquellos que tienen el Ánima y que no la han..."vendido al diablo". Este tratado está dedicado a todos los abducidos que me han ayudado con sus testimonios y su voluntad de ver claro; que han luchado y luchan conmigo contra esa componente de la estupidez humana que nos ha llevado al borde del abismo. (Pág. 4-5)
John Mack no es el único (científico estudioso del tema), en el mundo académico, en describir y avalar el fenómeno de los secuestros alienígenas: también la Temple University, con el profesor David Jacobs, un histórico que conoce las técnicas de hipnosis regresiva, se expone a las críticas de la comunidad académica americana. El libro de Jacobs que obtiene mayor suceso, The Threat, relaciona los proyectos alienígenas con las experiencias sufridas por los secuestrados y después olvidadas, canceladas de sus mentes. Se trata de un primer intento de dar una respuesta a la pregunta: "¿Por qué todo esto?". Jacobs sostiene, pesimistamente, que los alienígenas no son propiamente dicho una estirpe de santos, y que persiguen un proyecto preciso: modificar biogenéticamente a los terrestres para poder después convivir con nosotros sobre nuestro planeta. Este proyecto debería concluirse dentro de aproximadamente cuatro generaciones terrestres, cuando, según el autor, ya toda la población terrestre habrá tenido al menos una experiencia de abducción. (…) El pesimista Jacobs sostiene que nosotros ya estamos en manos de los alienígenas y que éstos no nos han pedido permiso para llevar a cabo ciertas decisiones sobre nosotros. Según él, nosotros somos propiedad alienígena, porque somos inferiores sea del punto de vista científico que biológico: es decir que lo que los alienígenas buscan es nuestro planeta y, en la mejor de las hipótesis, lo van tomar sin emplear la fuerza, lo harán con un sutil engaño plurisecular. (Pág. 7)
Las pruebas objetivas de una concreta abducción, y no aquellas subjetivas (que están caracterizadas por diferentes indicios de validez), son hoy siempre más difícilmente desmontables.
Por ejemplo, los abducidos, bajo hipnosis, cuentan de haber sufrido una extraña intervención quirúrgica a través de la nariz y -en efecto- fue el propio Hopkins el que descubrió por primera vez un microimplante en el interior del cerebro de un abducido. Este tipo de implante, introducido a través de una de las fosas nasales (generalmente la derecha) hasta llegar al hueso esfenoides, perforándolo, que viene colocado en la posición final en el interior de la hipófisis, ha sido después encontrado fácilmente en muchos otros abducidos mediante RMN (Resonancia Magnética Nuclear), TAC (Tomografía Axial Computada) y a veces también, por medio de simples radiografías frontales y parietales.
Otros tipos de implantes han sido encontrados bajo microcicatrices que los abducidos tienen en el cuerpo, sin saberlo a nivel consciente; pero que, bajo hipnosis, ellos recuerdan siempre la operación, aunque no siempre saben decir con certeza si algo le ha sido introducido o extraído. En los Estados Unidos, Derrel Sims ha profundizado la investigación y, con la ayuda del doctor Leir y de otros cirujanos, ha extraído del cuerpo de muchos abducidos, cuando fue posible, extraños objetos microscópicos, algunos de los cuales, analizados en por lo menos cinco universidades americanas, han revelado la presencia de un porcentaje isotópico (en los componentes del implante) diferente del terrestre, confirmando, sin sombras de "duda lógica", la procedencia alienígena. (…) Para citar un ejemplo, hace unos años Sims extrajo del dedo grande del pie izquierdo de una mujer de mediana edad, un pequeño objeto metálico cubierto por una membrana de material quitinoso, probablemente para evitar el rechazo. Este material poseía un porcentaje isotópico diferente del terrestre previsible para esa muestra, tan diferente, que hizo declarar a Sims que la naturaleza del objeto encontrado era alienígena, algo que resultaba confirmado por el resultado de las hipnosis regresivas efectuadas sobre la señora. (Pág. 10)
En este contexto es fundamental hacer notar que algunas abducidas son objeto de fecundaciones artificiales por parte de los alienígenas, los cuales introducen un óvulo, preparado por ellos y ya fecundado, en el cuerpo de las víctimas; éstas últimas llevan adelante la gestación durante tres meses, y luego durante otra experiencia de secuestro, el feto es extraído de la portadora e introducido en un cilindro de material transparente, lleno de líquido, para continuar con la gestación in vitro. Al relato de lo sucedido, realizado bajo hipnosis regresiva, contado exactamente en el mismo modo por todas las interesadas hasta en los más mínimos detalles, se agrega el aval de los análisis médicos, de las ecografías y de todo aquello que pueda servir a identificar en estas mujeres, no casos de embarazos histéricos, como va charloteando algún desinformado, sino como verdaderas pruebas objetivas de abducción. También en este caso las pruebas disponibles son aplastantes, pero una vez más la ciencia oficial, interpelada sobre este aspecto característico de las abducciones, explica el fenómeno así:
"En estas mujeres el nacimiento de un tumor en los ovarios produce los efectos de un embarazo durante tres meses, luego el tumor, grande como un pequeño feto, se cura solo y desaparece".
Las abducidas tratadas por mí, que han sido sometidas a la implantación del óvulo, han formado tejido placental y sucesivamente a la extracción del feto por parte de los alienígenas, lo han expulsado, habiendo generado además una hinchazón en los senos por producción láctea. Algunas de ellas tenían las trompas quirúrgicamente cerradas, algunas utilizaban progestágenos para evitar el embarazo, otras no habían tenido relaciones sexuales por mucho tiempo, pero en la prueba química todas resultaban embarazadas y todas, sea a través de hipnosis o mediante las técnicas de Programación Neuro-Lingüística, relataban sus experiencias con los alienígenas.
Ante una extraña ecografía efectuada a una mujer embarazada de tres meses (a juzgar por los valores de los esteroles presentes en los análisis químicos), en la cual se individuaban líquido amniótico y una placenta con algo dentro muy pequeño y en donde se escuchaba un rumor rítmico similar a un latido cardíaco pero más lento que el del humano, once médicos dijeron que el embarazo era histérico y que el latido cardíaco era de un feto que estaba por morir (en un embarazo histérico no hay feto), o si no se trataba de contracciones rítmicas de la vagina de la pobre desafortunada; de resaltar es que todo eso sucedía en la que, en el campo académico, está actualmente considerada como la mejor clínica ginecológica italiana! (Pág. 11)
La cantidad de material recolectado, la reproducibilidad de las experiencias hipnóticas realizadas, hasta ahora, sobre más de doscientos casos y las pruebas colaterales obtenidas, me permiten decir, claramente y por primera vez en el mundo sin temor a ser desmentido, qué es lo que quieren de nosotros los diversos grupos alienígenas que están en la Tierra desde hace miles de años.
Los resultados obtenidos, que serán seguidamente sintéticamente enunciados, me han hecho entender también por qué era tan difícil comprender el motivo de sus acciones. ¿Por qué, de hecho, después de años de trabajo, sea mío o de otros colegas extranjeros, no se lograba construir un cuadro general? Porque los alienígenas buscaban algo en nosotros que nosotros no sabíamos que tenemos. (Pág. 13)
Los abducidos que habían tenido contacto con estos seres, bajo hipnosis, reportaban unánimemente que los alienígenas vivían: "a través de nosotros, a través de nuestra mente" (…) En este tipo de abducidos existían una fuerte dicotomía cerebral, que un psiquiatra de pacotilla habría fácilmente interpretado como esquizofrenia aguda; sin embargo analizando más profundamente la personalidad de estos sujetos no quedaban dudas sobre su total salud mental. Ellos se sentían a menudo diferentes, como si no fueran de este mundo, y tenían flash-back donde recordaban escenas de vidas pasadas e imágenes en donde obraban en un contexto alienígena, como si fueran ellos mismos alienígenas. Fue rápidamente claro que en sus mentes existía una zona de memoria con acceso denegado, en donde estaban escondidos algunos recuerdos que contenían escenas de vida de un alienígena: nació la hipótesis de que fuera real aquello que resultaba de varias otras hipnosis, es decir que los alienígenas usaban el cerebro de los abducidos como depósito para sus recuerdos (en términos informáticos, una especie de sistema de back-up).
Según tal hipótesis los alienígenas en cuestión buscaban la inmortalidad, que no pueden en realidad alcanzar, porque, a pesar de ser mucho más longevos que nosotros, mueren igualmente. Pueden, sin embargo, hacer sobrevivir todos sus recuerdos, metiendo en el cerebro de un niño terrestre toda la experiencia de la vida entera (hasta ese momento) de uno de ellos, el cual, después de esto puede eventualmente morir.
El niño con el transcurrir de los años, se convierte en adulto y cada tanto el cerebro muestra pequeñas señales de otra personalidad, creándole no pocos problemas existenciales.
La memoria alienígena permanece de todas maneras inaccesible, a menos que se recurra a una especie de clave (similar a la password de una computadora) capaz de abrirla y de liberar el contenido.
Antes de la muerte del abducido utilizado para el back-up, los alienígenas vuelven y copian, si es necesario todo el contenido de la memoria en el cerebro de uno de ellos recién nacido. Éste dispone así de inmediato de la memoria, aparte que la del terrestre, la de su predecesor alienígena, por lo tanto se convierte en uno con él. Así su personalidad sobrevive, aunque el cuerpo muera, y se obtiene un sucedáneo de inmortalidad. El alienígena recién nacido no tiene que hacer experiencia, empezando de nuevo todo el proceso formativo, y al final, por dar un ejemplo, un alienígena (o mejor dicho su personalidad) antiguo de treinta mil años resultará formado por los recuerdos de seis alienígenas de cinco mil años cada uno, más un número elevado de memorias de terrestres usados para el back-up.
El producto de la aplicación de la idea recién descripta es una sola personalidad en evolución, que utiliza muchos cuerpos en sucesión: una suerte de pseudo-inmortalidad que permite a los alienígenas conservar todas las características fundamentales de su pensamiento original. (Pág. 17)
Emergía así, la existencia de seres que se definían "matriz de puntos de luz", que vivían "entre un tiempo y el otro" y que se autodefinían como el Anima de los seres humanos. Esa cosa que, poseyéndola, confiere la Vida Eterna! Ya: justo aquella que buscaban los alienígenas... Ahora todo era claro. El atento análisis de estos eventos me hizo comprender, en el arco de alrededor de un año, que los alienígenas intentaban capturar nuestra matriz de puntos de luz y trataban de utilizarla para sus propios fines. (…) Pero, por fortuna, parecía también, por lo menos en un primer análisis, que ellos no lo lograban, de forma "estable" o "por un largo período", a causa de una incompatibilidad de tipo biogenético entre ellos y nuestra Anima. El Ánima era perfectamente consciente de estos tentativos y no le agradaba para nada, pero no podía, o no quería, hacer nada para impedirlos.
Durante la hipnosis emergía la descripción de extraños campos de fuerza, que transportaban el Ánima dentro de un cuerpo alienígena, pero la unión duraba un tiempo brevísimo, luego se producía la separación total e irreversible, con relativa frustración del alienígena que no había logrado, una vez más, conectarse permanentemente con la matriz de puntos de luz, transformándose en un todo con ella.
En nuestro ADN existe, de hecho, algo que nos hace compatibles con nuestra Anima, como aseveran, interrogadas a tal propósito, las mentes alienígenas insertadas en los cerebros de los abducidos: en el fondo sólo se trata de preguntar a las mentes alienígenas, activadas mediante la correcta password, los contenidos de sus memorias.
Es como mirar, sin dejarse ver, entre los papeles secretos de los alienígenas. La compatibilidad de nuestro ADN con el Anima aclara por qué los alienígenas están tratando, con experimentaciones biogenéticas, de modificar su ADN convirtiéndolo similar al nuestro, es decir compatible con aquello que comúnmente viene llamado "Anima". El Anima, al ser interrogada sobre cómo era todo esto, fue clarísima: los abducidos, aparte de otros requisitos, tienen el Anima, que otros seres humanos no poseen.
Además "esa cosa", no la tienen todos los seres humanos, sino sólo una minoría de ellos (aproximadamente 20 ó 25%). Finalmente se descubría que el Anima, una vez extraída del original, al no ser compatible con el cuerpo de los alienígenas, era instalada por pocos segundos en la copia del abducido dentro del cilindro vertical y luego devuelta al cuerpo original, el único verdaderamente compatible durante largo tiempo.
Por lo tanto el abducido no era despojado, si no por pocos instantes y cada tanto, de su esencia anímica.
"El Anima no se puede copiar", dicen las (Ánimas) matrices de puntos de luz interrogadas por mí en hipnosis. (…) "Los alienígenas lo saben y es por esto que tratan de usar las vuestras, pero tienen que modificar su ADN, si quieren conectarlas para siempre en sus cuerpos"
Es por esto que los alienígenas hacen experimentos genéticos sobre la raza humana: sólo para crear una raza "puente" entre nosotros y ellos, una raza que posea aquella parte de ADN conectable al Anima humana.
En ese punto, y sólo entonces, podrán arrebatar las Animas a los habitantes de este planeta, y tal vez de otros planetas y se posesionarán de ellas para siempre. Este es el verdadero contenido del plan alienígena.
Todos los abducidos decían, las mismas idénticas cosas, todos sin ninguna excepción! (…) Todo se volvía muy simple: algo, al interno de nuestro ADN, era la sede de la vida eterna y los alienígenas, deseosos de alcanzarla, la buscaban en nosotros, que no sabíamos ni siquiera que algo por el estilo pudiera existir. (…) Esto es lo que buscaban los alienígenas en algunos, y sólo en algunos de nosotros. (Pág. 21)
Faltaba todavía un eslabón a la cadena: los antiguos egipcios describían la existencia del Cuerpo físico, de la Mente y del Anima, pero también del Espíritu. No se sabía de qué se tratase. Para hacerlo breve, evitando complicaciones inútiles, de la mente de los abducidos emergían, bajo hipnosis, rastros de recuerdos de vidas de seres alienígenas completamente diferentes a nosotros: Seres de Luz, de naturaleza diferente, seres que, si bien muy longevos, eran mortales porque, por cuanto se ha sabido, en todo lo creado sólo el Creador y una parte de los seres humanos poseen el Anima.
Estos Seres de Luz son, probablemente, aquellos que nuestra cultura mitológica define como "espíritus inmortales" y controlarían a los alienígenas responsables del fenómeno de los secuestros, los cuales, a su vez, controlarían a los Grises "cyborg" que controlan la humanidad entera. (…) Se vuelven así comprensibles, ciertos fenómenos que la Iglesia describe como "posesiones diabólicas", las cuales tendrían lugar cuando a una persona no le agrada la presencia dentro de sí, de un "Ser de Luz" parásito y negativo.
¿Teníamos acaso que ver con entidades más positivas en simbiosis con el Anima de quien la posee? ¿El Ser de Luz prefería quizás detenerse en los cuerpos de personas dotadas de Anima, porque de esa manera podía, por así decirlo, aprovechar la "energía" del Anima y no envejecer?
Sí, era justamente así. Todos estos seres quieren el Anima, porque son todos mortales y todos vienen a buscar al único lugar del Universo donde (…) ella existe. (Pag. 22)
Existen diferentes modalidades de parasitaje, utilizadas por los alienígenas según sus necesidades. La más simple está constituida por la utilización de una parte del cerebro del abducido para introducir en la mente de este último los recuerdos de una vida alienígena, en modo de no perderlos, en una suerte de pseudoinmortalidad del pensamiento.
Diferente, en vez, el accionar del Ser de Luz, que se engancha principalmente en el Espíritu del abducido e influencia el comportamiento. Del estudio de las registraciones de las hipnosis parece emerger que el Ser de Luz sea el inventor de las religiones y del sentimiento de culpa, dos instrumentos que junto con otros, no sería sino el mítico Lucifer del Viejo Testamento. Esta figura arquetípica no tiene que ser confundida con aquella de Satanás, el cual, en vez, tiene que ser conectado a la mítica figura de Astar (Astarotte), encarnada en el Sauroide alienígena.
Nada que ver tampoco con el Diablo del Viejo Testamento. Este era aquel que guiaba las tropas de ángeles negros, entre los cuales se deben incluir los primeros dos alienígenas, el Ser Luminoso y el Sauroide. La figura de comandante de las tropas diabólicas le corresponde al alienígena blanco con seis dedos.
Este ser resultaría vivir en una zona del Universo dimensionalmente puesta "detrás" de la nuestra, en modo que, mientras el Universo se expande, la zona de este alienígena tiende a retraerse sobre sí misma, por razones que tienen que ver, probablemente, con la conservación de la simetría total. Este ser, o mejor su mente alienígena, está capacitada para establecer un contacto con las mentes de los abducidos y pilotearlos a distancia, como si se tratara de marionetas. Su objetivo final sería lograr pasar de "este lado", antes de que su Universo se cierre y, en un segundo tiempo, "pasar a otro lugar", donde volver a vivir con el Anima, obviamente, sería la nuestra, que nos vendría arrancada a la fuerza durante el segundo pasaje.
Estas son las informaciones recolectadas de las hipnosis efectuadas. Pueden parecer absurdas e increíbles, pero no son de hecho así. (…) Este (ser) no se engancha tanto al Espíritu, sino sobre todo a la Mente del abducido y utiliza su cerebro para moverlo a distancia como un títere. (Pág. 37)
El único modo posible para administrar eternamente el poder sobre los humanos era convertirlos como en zombies, comenzando por convencer a la población, a través del proceso político que hoy es definido como ‘Globalización’, de que todos tienen que hacerse instalar un microchip en el cráneo. Los pretextos son múltiples y creíbles:
"Los microchips los ayudarán a sobrevivir, porque dentro estarán todos los códigos personales, se les abrirán automáticamente todas las puertas, podrán pagar sin tener que hacer el mínimo esfuerzo y sin arriesgarse a ser robados, en los hospitales tendrán inmediatamente vuestra historia clínica y podrán prolongar (un poco) vuestra existencia." Y así sucesivamente.
Naturalmente, sin el microchip no podrán siquiera hacer una operación bancaria. Estarán "OUT", fuera del mundo. Obviamente no será declarado que el microchip en cuestión, sin que se den cuenta, les dirá cómo y por quién votar, cuándo hacer el amor, cuándo dormir, cuándo y qué cosa soñar.
Las patentes de estos microchips fueron lamentablemente ya concedidas, todos los circuitos electrónicos necesarios están en un espacio de 2,5 x 2,5 milímetros y ahí están contenidas las instrucciones necesarias para poder efectuar alteraciones en la consciencia humana. Además, el chip, una vez insertado en el cuerpo humano, se autoalimenta. Entre las organizaciones que, en connivencia con los Sauroides, quieren transformar la Tierra en un inmenso videojuego, se encuentran implicadas, con los propios adeptos de máximo nivel, diferentes sociedades secretas: desde el Grupo de Tule hasta el Golden Dawn, desde la Orden de los Templarios al Club of Rome y los Rosacruces.
Son los que manejan los bancos, las fuentes energéticas y un cierto tipo de políticas sociales y religiosas: ellos, utilizando servicios secretos y militares, producirán el lento pasaje del hombre del estado de libre a aquel de esclavo imbécil.
Todo aquello que desde hace años venía comunicado por algunos reveladores era, por lo tanto, absolutamente cierto. (Pág. 39)
(Acerca de dos fotos incluidas en el libro): Implantes no alienígenas, que utilizan microchip de construcción terrestre. Estos implantes son introducidos en los dientes de los abducidos y no en el arco supradental, como aquellos de naturaleza alienígena, los cuales son menos espesos.
En esta cantidad ejemplificadora fueron recogidos los principales tipos de implantes, alienígenas y no alienígenas, que me han caído entre manos durante los estudios efectuados en todos estos años. Estas imágenes son publicadas todas juntas para facilitar a los investigadores la identificación del fenómeno. (Pág. 43)
Todos los abducidos tienen la fractura en el esfenoides y tienen el implante pineal; todos tienen el implante retroauricular, todos tienen la cicatriz en la tibia. Esta última cicatriz está, a veces, en la pierna derecha, mientras que muy raramente parece invisible. Un atento análisis del epitelio, lleva siempre a la conclusión que una cicatriz de ese tipo, aunque menos evidente, está de todas maneras presente.
De este modo es bastante fácil descubrir, y el abducido lo descubre por casualidad, de tener algo en el arco dental superior (a izquierda o a derecha). No se trata de una obturación y el implante no está en interior del diente, sino que ha sido introducido en el paladar. En ese punto, cerca de un molar, se hace bien notar la cicatriz de un pequeño corte, largo 4 o 5 mm, que evidentemente ha servido a introducir el objeto. (…) Para qué sirven estos "trastos" no se sabe con certeza y la hipótesis más atendible es aquella según la cual se trataría de microchips utilizados para controlar a distancia el comportamiento de los abducidos. (Pág. 44)
Frente a estos extraños objetos y a las correspondientes cicatrices, los médicos tienden siempre a dar explicaciones que no tienen ninguna apariencia de científico. Un abducido, por ejemplo, fue por primera vez al dentista, no habiendo nunca ido antes, para hacerse una visita de control. El médico, de Livorno, le preguntó cuándo había estado en los Estados Unidos para hacerse curar un diente, el cual presentaba, en su interior, una barra de iridio que en Italia todavía no se usaba. El abducido respondió que nunca había sido intervenido en los dientes, pero no fue creído, y estuvo obligado a cambiar dentista. (Pág. 45)
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