LA AMENAZA (6)
La Amenaza,
1-5:
A lo largo de la traducción he creído
interesante colocar alguna información adicional (señalada por notas a pie de
página), ajena a la obra, que -de seguro- será útil para una mayor comprensión
del fenómeno.
LA AMENAZA
The Threat – Revealing the Secret Alien
Agenda
Por
Dr. David Jacobs
Fantasías mutuamente
confirmadas
Realizar investigación sobre abducciones es
excepcionalmente difícil, no sólo a causa de la naturaleza del material con el
que se trabaja –y el modo en que se obtiene-, sino porque las satisfacciones que
este trabajo ofrece son, habitualmente, nulas. Los principales ‘honores’ que se
reciben son ridiculización y desprecio. ...
Yo creo que cualquiera que ponga su reputación
en aventurarse dentro de esta peligrosa área, merece el reconocimiento de
aquellos que valoran la búsqueda de la verdad.
A pesar de esto, incluso los más prominentes
investigadores, algunas veces, caen en la trampa de las fantasías mutuamente
confirmadas.
John Mack (1), profesor de psiquiatría en la
Universidad de Harvard, además de investigador del fenómeno de las abducciones,
es un ejemplo de las fantasías que son mutuamente confirmadas. Mack, conocido en
todo Estados Unidos como un crítico social y ganador del Premio
Pulitzer, quedó fascinado con el fenómeno de las abducciones, allá por
1990, tras atender una conferencia de Budd Hopkins (fallecido en verano de 2011
http://alturl.com/4c93x). Rápidamente,
Mack reconoció que el fenómeno no era generado en la mente del abducido, sino
que, por el contrario, provenía de una realidad externa. Así
que, valientemente, emprendió una investigación del fenómeno a gran escala, en
detrimento de su carrera en Harvard y a pesar del desprecio de sus
colegas.
En su libro de 1994, ‘Abducción: encuentros
humanos con aliens’, Mack relata una sesión de hipnosis con una paciente llamada
Catherine, en la que unos alienígenas –supuestamente- le mostraron a ella, sobre
una pantalla, imágenes de un ciervo, musgo, desiertos, y otras cosas
relacionadas con la naturaleza. Después, Catherine observó las pinturas de una
tumba egipcia y sintió con certeza que cuanto estaba viendo era ella en una vida
anterior.
Entonces, los alienígenas le enseñaron una
imagen de pinturas de tumbas con la pintura descascarillada (deteriorada). "Pero
entonces era yo la que estaba pintando". Pero en esa encarnación ella era un
hombre y presenció esta escena (dijo ella). "Esto tiene sentido para mí... esto
no es un truco, es información útil. No están tirando un montón de mierda como
todo lo demás." Ahora Catherine sintió que se confirmaba su empeño en un
intercambio de información más recíproco.
Mack:
‘Entonces, pedí a Catherine que me contase más
sobre esta imagen de ella misma, como pintor en la tumba de una pirámide
egipcia. En respuesta a mi pregunta ella me proporcionó un montón de información
sobre el hombre, sus métodos (de trabajo) y su medio ambiente. Lo asombroso era
el hecho de que Catherine no estaba teniendo fantasías sobre el pintor. Por el
contrario, ella era el pintor, y podía ver cosas desde su punto de vista, en
lugar de ver desde el punto de vista de un observador ajeno a la escena.’
Catherine continuó ‘recordando’ muchos detalles
de la pintura egipcia y su vida pasada. Y al final de la sesión de hipnosis,
ella le dijo a Mack que un alienígena le había preguntado si había comprendido
el significado de aquella escena del Antiguo Egipto. Entonces, ella se dio
cuenta de que ‘todo está conectado, los cañones, los desiertos y los bosques.
Uno no puede existir sin lo otro, y ellos, los alienígenas, me estaban mostrando
una vida pasada para que me diera cuenta de que yo estaba conectada con eso, y
con todas esas otras cosas’. Catherine también se dio cuenta de que estaba
conectada a los alienígenas. Resistirse a ellos sólo significaría luchar contra
sí misma, por lo cual, no había razón alguna para resistir (2).
Mack no sólo acepto la validez de este
‘diálogo’, sino que también dio por buena la interpretación que Catherine había
hecho de todo el asunto. Mas que tratar el episodio completo con extrema cautela
y escepticismo, Mack no cuestiona ni la interpretación dada por Catherine sobre
su vida pasada, su sentido de la conexión (3), su sensación de que una previa
petición de información recíproca fue respondida afirmativamente (por Mack), y
la decisión de ella de no resistirse a esa afirmación.
Catherine también le dijo a Mack que ‘ellos
(los alienígenas) estaban tratando de que superase el miedo, razón por la que
estaban tratando de asuntarme tanto, porque así yo podría, finalmente, enfadarme
y superarlo, yendo más allá, hacia cosas más importantes’. Una vez más, Mack da
por buena esta conversación y le otorga valor, pidiéndole a Catherine que
‘explique más cómo es que asustándola intensamente conseguiría llevarla a
superar el miedo’. Esta es una pregunta que reclama una información que no está
dentro del ámbito del testimonio de Catherine. Como era de esperar, ella le dio
a Mack una respuesta con los detalles.
El relato de Catherine contiene una vida
pasada, ‘diálogo’, intentos –por parte de los alienígenas- de ayudar al
abducido, un mensaje sobre el medio ambiente, y crecimiento personal. Para el
terapeuta cualificado y diestro en las hipnosis de abducidos, todos y cada uno
de los aspectos de este relato deberían ser sospechosos. Catherine pudo haber
sido, fácilmente, inducida a un estado disociativo en el cual ella consideró
ciertas fantasías internas como si fuesen sucesos que realmente le
ocurrieron.
Si las imágenes de la vida pasada en el Antiguo
Egipto ocurrieron (en la mente de Catherine), podrían haber tomado forma durante
una secuencia imaginaria, y ello automáticamente significa que un procedimiento
mental de inculcación estaba en proceso. Algunas veces, los abducidos mezclan
procedimientos imaginarios, sueños, y fantasías, como si fueran recuerdos de
realidades externas. Su interpretación de esos ‘recuerdos’, a menudo, tienen más
que ver con sus sistemas de creencias que con acontecimientos reales. A menos
que el terapeuta esté adecuadamente formado en los problemas que esos
procedimientos mentales pueden crear, será fácil que caiga en aceptar fantasías
como si fuesen realidades. Mack no manifiesta escepticismo acerca de la historia
contada por Catherine. Más aún, él admira la ‘clara y concisa composición’ de la
narrativa de la abducida.
Hay otros dos terapeutas de abducciones que,
como John Mack, caen presa de errores metodológicos. Como parte de una serie de
trece regresiones hipnóticas con abducidos, la psicóloga clínica Edith Fiore
presenta –en su libro de ‘Encuentros’ (1999)- una larga transcripción de un
suceso extraterrestre. Fiore cree que el hecho de relacionar la información, sea
ésta real o imaginaria, tiene un valor terapéutico, por tanto, ella está más
interesada en saber qué piensan los abducidos sobre lo que han vivido, que en
saber qué les ocurrió realmente.
Fiore describe la regresión hipnótica de un
paciente llamado Dan, quien ‘recordó’ haber sido miembro de unas Fuerzas Armadas
Alienígenas que luchaban contra sus enemigos en otros planetas. Recordaba haber
visitado los planetas ‘Deneb’ y ‘Markel’, tomar unas copas con el capitán, así
como otros detalles extraordinariamente semejantes a la vida diaria en la
Tierra. Cierto día, Dan se encontró a sí mismo de pie en la Cordillera de las
Cascadas (Norteamérica), mirando fijamente a los árboles. Era hermoso y calmado.
Parecía que Dan había ‘tomado’ el cuerpo de un pequeño niño humano.
Dra. Fiore: ¿Dónde está tu nave?
Dan: Soy un niño. Sin nave ni
responsabilidades, sólo un bonito día de verano sin nada que hacer, mas que
explorar.
Dra. Fiore: Ahora te vemos como un niño.
Voy a preguntarte cómo conectas tú a ese pequeño contigo.
Dan: Somos dos personas distintas. El niño
tiene todos los recuerdos. Es como una ‘jubilación’, teniendo la oportunidad de
no hacer nada si vives más tiempo. Estar en un lugar precioso.
Dra. Fiore: ¿Cómo llegas tú a ser ese
niño?
Dan: Me uní a él en la carretera.
Realmente, lo reemplacé (sustituí).
Dra. Fiore: Ahora vayamos al momento en el
que te uniste a él, y hazme saber cómo llegas hasta esa carretera.
Dan: Yo estaba borracho, tremendamente
borracho. Fue una buena fiesta… Me despedí.
Dra. Fiore: ¿Qué ocurrió
entonces?
Dan: Soy el de hoy. Uno a uno. Elige tu
planeta, uno que sea fácil. Todos se ríen.
Dra. Fiore: Dices que estabas
borracho…
Dan: La noche anterior. Una resaca
horrible.
Dra. Fiore: ¿Dónde te
emborrachaste?
Dan: En la nave. Confusión,
bebiendo.
Dra. Fiore: ¿Qué clase de nave es
esa?
Dan: Clase M. Grande. Un crucero de
combate; catorce transbordadores Drop-ship (4). 3.500 personas armadas hasta los
dientes.
Este interrogatorio (tal como está planteado
por la doctora) confirmó lo que el sujeto (Dan) estaba diciendo y, sutilmente,
sirvió para confirmar su autenticidad. Fiore diría más tarde que la información
aportada le sirvió a Dan para ‘la mejora de su autoestima, así como una
maravillosa y profunda paz mental’. Ella cree que cada una de las experiencias
recordadas por los pacientes ‘realmente sucedieron de un modo muy cercano a como
ellos las recordaron’. Claramente, este escenario no se asemeja al escenario de
abducción tal como lo conocemos, aunque hay algunas similitudes entre ambos,
como son los híbridos adultos que, algunas veces, visten uniformes muy parecidos
a los militares.
En lugar de enfocarse en un suceso concreto,
Fiore salta a nueve diferentes encuentros en su primera sesión hipnótica con
Dan, lo cual, en manos de una inexperta terapeuta de hipnosis, puede conducir a
unas conclusiones confusas y superficiales.
Además, Dan conoce la respuesta a prácticamente
todas y cada una de las preguntas que Fiore le plantea acerca de la vida a bordo
de la nave militar. Dicho conocimiento de las respuestas por parte de Dan es,
habitualmente, un fuerte indicador de falsa memoria.
Fiore: ¿Existe ahí la
homosexualidad?
Dan: Algo.
Fiore: ¿Cómo es percibida?
Dan: Tolerada. No se la observa
favorablemente, pero es tolerada.
Fiore: ¿Hay ahí algún problema con los
anticonceptivos?
Dan: No.
Fiore: ¿Por qué no?
Dan: Medicamentos, inyecciones.
Fiore: ¿Con cuánta frecuencia os los
dan (esos medicamentos)?
Dan: En cada viaje.
Las probabilidades de que el relato de Dan sean
fantasías son extremadamente altas. Fiore y Mack estaban cualificados como
terapeutas, no como investigadores del fenómeno. Su aproximación a los relatos
sobre abducciones es muy diferente de la aproximación llevada a cabo por los
investigadores que están orientados empíricamente.
Es importante entender que, a pesar de sus
problemas metodológicos, Mack y Fiore, como otros terapeutas de hipnosis, ponen
al descubierto muchos de los típicos procedimientos –físicos y reproductivos-
que dan forma al núcleo de la experiencia de abducción. No obstante, a causa de
su formación profesional, ellos no están particularmente interesados en lo que,
realmente, le ha ocurrido al abducido. Para Mack, como para otros muchos
terapeutas, investigar en las circunstancias reales y concretas de la
experiencia narrada por un cliente, no es la preocupación primordial. Averiguar,
exactamente qué es lo que le ocurrió al abducido es menos importante que lo que
el cliente cree que le ocurrió. La exactitud y la veracidad del relato es una
mínima preocupación. Como afirma Mack: ‘La cuestión de si la hipnosis (u otra no
habitual modalidad que pueda ayudarnos a acceder a realidades que están fuera o
más allá de la realidad física) revela con precisión lo que literalmente
“ocurrió” puede ser inoportuno. Una cuestión más práctica sería si el método de
investigación puede producir información que es consistente entre abducidos, y
si conlleva convicciones emocionales, y nos sirve para engrandecer nuestro
conocimiento de un fenómeno que es importante para las vidas de los abducidos y
para una cultura más amplia.’
De este modo, cuando Mack dirige una sesión de
hipnosis, lo primero que explica a su paciente es que él está ‘más interesado en
la integración (por parte del abducido) de las experiencias recordadas, sobre la
marcha, durante el proceso de la terapia, que en “extraer la historia”. La
historia se ocupará de sí misma a su debido tiempo’.
La verdad o falsedad de las experiencias de una
persona (la cronología, el procedimiento lógico, y las percepciones exactas de
los sucesos) juega un papel secundario en la metodología de Mack. Plantea que su
‘criterio para dar crédito a una observación aportada por un abducido depende,
sencillamente, de si el abducido la vivió de una manera real y me la comunicó a
mí sincera y fielmente’. Los hechos juegan un rol limitado en el momento en que
Mack encara un suceso de abducción.
La Dra. Fiore lleva un modelo similar. Ella
plantea que ‘puesto que mi principal preocupación es ayudar a la persona, no es
relevante para mí si, por ejemplo, el paciente me comunica con certeza, o no, el
color de piel del alienígena. Lo que es primordial es que los efectos negativos
de la abducción desaparezcan mediante las sesiones de regresión’.
(1)El trabajo de John Mack, fallecido en
2004, ha sido divulgado en este blog. Aquí (http://alturl.com/ufjzg) tenemos su
investigación sobre el encuentro, en 1994, de alienígenas con los alumnos del
Colegio Ariel, en Zimbabwe. Aquí (http://alturl.com/7ivpn) hay otras
menciones.
(2)El trabajo
del Profesor Corrado Malanga tiene otro punto de vista acerca de la memoria que
relatan los abducidos que están bajo estado de hipnosis. Él afirma que el
recuerdo de vidas pasadas tendría que ver con la incorporación, a la mente de un
sujeto abducido, de la ‘memoria’ de otros abducidos ya fallecidos. Es importante
que el lector valore esta otra explicación del fenómeno, cuyo desconocimiento
por parte del Dr. Jacobs justifica su incomprensión de no pocos de los detalles
de las experiencias narradas por algunos abducidos, como veremos en el caso de
Dan. Personalmente, sin obviar la posibilidad de que la mente del abducido
fantasee, creo que la argumentación presentada por Corrado Malanga merece la
pena ser tenida en cuenta. El lector puede leer al respecto aquí:
(3)Sentido de la conexión que la induce a
supeditación a los alienígenas.
(4)Nave de la película ‘Aliens’
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