martes, 10 de julio de 2012

Tavo Jiménez de Armas ... LA AMENAZA (8)

LA AMENAZA 8

LA AMENAZA
The Threat – Revealing the Secret Alien Agenda
Por
Dr. David Jacobs

Llegados al capítulo 4 (‘¿Qué hacen ellos?’), el Dr. David Jacob ha concluido con que las abducciones por parte de alienígenas son un asunto real que afecta a miles de personas. Nos ha sugerido que el fenómeno, indirectamente, acabará afectando a toda la humanidad, con consecuencias muy graves.
Mi opinión es que hoy, más que nunca, el fenómeno de las abducciones debería ser estudiado por quienes poseen el rigor necesario para obtener respuestas alejadas del interés de uno de los actores (esas entidades) de la trama, y su consecuente filosofía New Age, que conduce a los creyentes a dar por bueno que el contacto con entidades inteligentes no humanas es parte del guión de la evolución.   ...
Nada más lejos de la realidad… Quienes han estudiado este asunto a fondo no desconocen que uno de los objetivos (tal vez el principal) de estas entidades es acercarse al desorientado humano del siglo XXI como si se tratase del rescatador Carpathia, al auxilio de las víctimas de Titanic.
A este respecto, un precedente de estudio:
El MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts), una de las principales instituciones universitarias dedicadas a la investigación científica, fue, entre el 13 y el 17 de junio de 1992, lugar de encuentro para discutir sobre el fenómeno de las abducciones.
John Mack (Profesor de Psiquiatría en la Harvard Medical School) co-organizó junto a David Pritchard (Profesor de Física en el MIT) una conferencia en la que se pudiera debatir –sin prejuicios- sobre el fenómeno de las abducciones. El evento atrajo a un amplio rango de profesionales, representando a una variedad de perspectivas.
Allí estuvo invitado el escritor C.D. Bryan, inicialmente encargado de obtener información para escribir un artículo humorístico en The New Yorker. Mientras atendía la conferencia, sin embargo, el punto de vista de Bryan respecto del tema cambió, y ello le hizo escribir un libro (Close Encounters of the Fourth Kind: Alien Abduction, UFOs, and the Conference at M.I.T. New York: Alfred Knopf, 1995), serio y sin prejuicios, sobre el fenómeno.

Ahora sí, continuamos con ‘La Amenaza’:
(En AZUL mis comentarios)
Estamos aún en el capítulo 4 (‘¿Qué hacen ellos?’), ahondando en los procedimientos llevados a cabo por los alienígenas sobre mujeres de toda edad, que son abducidas para que sirvan como hospedadoras de los embriones híbridos (alien-humano)…

Protegiendo los embarazos

El Dr. Jacobs se pregunta qué motiva a la abducida (que ha sido manipulada en sus órganos reproductores) a proteger el feto que se le ha insertado involuntariamente. ¿Qué evita que la afectada acuda al ginecólogo, pudiendo éste detectar que a la abducida se le ha insertado una Unidad de Gestación Extrauterina (UGE), y poder extraérsela?

‘Durante mis años de investigación me ha quedado claro que los alienígenas evitan esas acciones retirando de la abducida las evidencias antes de que ésta pueda actuar. En numerosas ocasiones, las abducidas han planificado un aborto, sólo para luego descubrir que su útero está vacío. Cuando la abducida se somete al proceso abortivo los aliens ya han retirado de ella el feto’.

Jacobs menciona el caso de Claudia Negron, una mujer que regresa a la universidad y obtiene su licenciatura después de haber criado dos hijos. Claudia describe lo vivido durante una abducción en la que se le extrae el feto previamente insertado contra su voluntad:

‘Extraño objeto, que no sé si es metálico o no… Ellos lo usan para hacer bebés. Ellos ponen esas cosas juntas en un laboratorio. Luego lo introducen en un útero, de modo que “eso” crecerá ahí y se desarrollará en un bebé. Pasado cierto tiempo –ellos lo monitorean, y saben si progresa- ellos regresan, te abducen y te extraen el feto, el cual todavía no está completamente desarrollado, aunque sí lo suficiente como para reconocerlo como tal. Lo extraen y se lo llevan. Ya lo he visto antes… lo ponen en una especie de fluido, de cálido fluido que hay en una suerte de tanque, y allí es donde lo mantienen con vida y sigue creciendo.’

Señala Jacobs que los aliens deben seguir monitorizando la mente de la abducida, a fin de proteger el embarazo al que ha sido metida. ‘¿Monitorizan o graban todo lo que esa persona piensa a lo largo del día o es una monitorización selectiva?’, se pregunta el doctor, aunque añade que existen evidencias que sugieren que no se trata de una observación constante por parte de los alienígenas, sino selectiva. Habla de las preguntas (e inspección) que éstos hacen a las abducidas cuando se ha producido una mínima alteración física (tatuaje, cicatriz, tinte en el cabello, etc), lo que nos lleva a pensar que las víctimas no están permanentemente observadas.

‘Por tanto, los aliens deben monitorizar selectivamente. Y, probablemente, lo hagan sólo acerca de cuestiones concretas. Si una abducida piensa en queques o en ir de compras, no se activa alarma alguna. Pero si una abducida piensa acerca de abortar, embarazo, bebés o implantes, esos pensamientos provocan una reacción en los aliens, más allá de que tengan tiempo para intervenir. Cuando apuré a Melissa (véase La Amenaza 7) a que acudiera a su ginecólogo para que se le realizara una prueba de ultrasonido, los aliens no tuvieron suficiente tiempo para extraer la “masa” que ellos habían implantado en su cuerpo, pues todo fue muy rápido, en el margen de una hora’.

Jacobs se pregunta sobre cómo pueden ser los pensamientos de los abducidos monitoreados por los alienígenas, y dice que lo más probable es que sea mediante implantes. Es oportuno que el lector recuerde que el Profesor Corrado Malanga aporta información sobresaliente al respecto. Véase:

La mayoría de los abducidos porta implantes, generalmente introducidos mediante vía nasal hasta colocarlos cerca del nervio óptico o la glándula pituitaria. También son colocados en la oreja o en las fosas nasales.

‘Abducidos con implantes sufren de por vida problemas nasales, sangrado, congestión nasal, audición disminuida, acúfenos (tinnitus) y sangrado de oídos. Los médicos han advertido anómalas cicatrices en tejidos y agujeros en las vías nasales de los abducidos’.

También se da el caso, sigue contándonos el Dr. Jacobs, de implantes en piernas, brazos y cuello. Algunos abducidos, como la propia Claudia Negron, afirman haber recibido implantes en el cerebro. En el caso de Claudia, nos remontamos a 1983, mediante un episodio de abducción en el que se la inmoviliza e introduce –a través de un oído- un objeto que le causa daño y que se le implanta –según el alienígena que lleva a cabo la operación- para conocer cómo observa Claudia el mundo, cómo lo interpreta, y dónde se encuentra físicamente en él (al estilo de un GPS). Según se le hace comprender a Claudia, todo ello es parte de la información requerida para el proyecto de los híbridos, pues necesitan saber (quienes tienen dicho proyecto entre manos), cómo es el medio ambiente en el que estos se desarrollarán.
Añade Jacobs:

‘Las funciones exactas de los implantes nos son desconocidas, pero podemos especular al respecto. Probablemente se trate de complejos dispositivos multifuncionales, los cuales podrían servir de monitor o afectar niveles hormonales que afectan a la lactancia, menstruación, ovulación o embarazo. Probablemente también son usados como localizadores de los abducidos’.

A juicio de Jacobs, lo que queda claro es que los aliens llegan a cualquier extremo a la hora de proteger un embarazo. Si existe riesgo de aborto, intervienen. Llegan, incluso, a amonestar a la embarazada, pero esta opción parece no tener mucho éxito.
Aunque muchas de las mujeres afectadas dicen no querer interferir en el embarazo, la mayoría de las víctimas que son conscientes de su estado muestran su horror y rápidamente superan cualquier reparo que pudieran tener sobre la interrupción de ese embarazo no deseado.
El caso de Kathleen Morrison es un buen ejemplo de ello. Aunque no era sexualmente activa y había sido sometida, algunos años antes, a una histerectomía, Kathleen sospecho que estaba viviendo un embarazo extrauterino y pidió cita con el Dr. Treller.
Unos días antes de llevarse a cabo la cita con el doctor, ella fue abducida y sometida a un examen ginecológico mientras uno de los alienígenas que lo llevaba a cabo la ‘escaneaba mentalmente’ (mirándola fijamente a los ojos) y se comunicaba con ella.
Durante la sesión regresiva de Kathleen con el Dr. Jacobs, éste le pregunta qué cree que está haciéndole el alienígena que la ‘escanea’.

Kathleen: ‘Bien, creo él está haciendo una lectura sobre cómo está mi cuerpo. Hace un escaneo rápido, pero luego profundiza en mi mente. El alien me dirá una palabra determinada, y yo debo responder a ella. Me da la palabra “Treller”, a lo que yo respondo que tengo intención de visitar al Doctor Treller. Me pregunta si acaso no me siento bien, y yo le dije que estaba teniendo algunos problemas y deseaba saber qué me estaba ocurriendo. Los alienígenas quieren saber a qué me refiero exactamente, a lo que yo respondo “bueno, ya sabéis…”.

Dr. Jacobs: ‘Cuando dices eso, ¿cómo responden ellos?’

Kathleen: ‘La palabra que viene a mi mente es HIELO. El comportamiento cambió. Siento que antes se mostraban más amables… Siento alguna forma de calor en el área vaginal. Se va tornando cada vez más extraño a medida que yo digo que no sé si es calor o frío extremo. Mi pregunta es “¿Qué queréis?” Y la cosa es que ellos quieren saber si todo (lo que han hecho en la zona vaginal) marcha bien. “Pero no marcha bien –les digo- y es por eso que voy a ver al doctor”. ‘Deberías dejarnos saber si todo va bien”, dicen. Y yo siento que debería hacerles caso, pero no sé cómo.’

El Dr. Jacobs le pregunta a Kathleen si cree que lo que están haciendo en la zona vaginal es tomando óvulos. Ella responde que uno de los alienígenas está a su lado, ‘insertando’ imágenes en su mente. Imágenes de una guardería llena de niños, pero no se trata de una escena representada en la Tierra, sino en donde los alienígenas. También se le muestran imágenes de dos seres grises con un reducido grupo de niños humanos. Sin embargo, la escena que le han insertado mentalmente está carente de simpatía para Kathleen; no parece real, ausente de ingredientes humanos. Ella lo llama ‘simulación’, una suerte de escenificación que pretende moldear la voluntad de la abducida, a fin de que no ponga en peligro su involuntario embarazo. Para ello han jugado con sus sentimientos de compasión, de ahí las imágenes de los niños.

Relaciones sexuales

Durante años, los abducidos han informado de entes que les han forzado a mantener relaciones sexuales, dentro del ovni, con otros abducidos. Esos reportes han sido especialmente desconcertantes. Desde que los alienígenas extraen esperma y óvulos y después insertan el embrión en una mujer, no parece existir una justificación por la que ellos deberían forzar a los humanos a tener relaciones sexuales. Popularmente se ha creído que los alienígenas tiene algún interés en los aspectos emocionales que envuelven las relaciones sexuales. He encontrado, sin embargo, la que podría ser la razón para dicha práctica.

Explica Jacobs que esas relaciones sexuales a las que los abducidos se ven obligados tienen lugar después de que los alienígenas hayan ‘escaneado la mente’ de los abducidos, despertando en ellos el deseo sexual. En ese momento, creado el clima apropiado, el hombre y la mujer son unidos para que lleven a cabo el acto sexual. Entonces, justo antes de que se produzca la eyaculación, la pareja es separada, y el varón eyacula dentro de un receptáculo.
Las emociones de los abducidos sometidos a este tipo de proceso son variadas. Hay quien lo ha vivido placenteramente, pero otros se sienten humillados y culpables por lo que han vivido. No obstante, las emociones humanas son indiferentes para los alienígenas, pues lo que únicamente parecen buscar es la reacción fisiológica final por parte del varón.
Aunque estas inteligencias rutinariamente toman esperma mediante soportes tecnológicos que colocan al pene, aparentemente esta técnica no es infalible. La evidencia nos sugiere que, en ocasiones, este procedimiento (e incluso técnicas masturbatorias) fallan o no pueden ser ejecutadas.
Cuenta el autor algunos otros casos, como el de Carla Enders, obligada a masturbar a un varón –inmovilizado- de unos cincuenta años que, según los aliens, era impotente. Carla se negaba a ello, mientras las entidades provocaban en la mente del varón –mediante fantasías sexuales- el deseo necesario para que Carla procediera con la tarea impuesta. Ante la negativa de Carla, los alienígenas provocaron en su mente una serie de imágenes que pretendían provocar los sentimientos necesarios para vencer su resistencia. La chica se preguntaba cómo es que estaba teniendo aquellos repentinos sentimientos hacia un desconocido al que, mentalmente anulada en su voluntad, le realizó sexo oral, llevando a cabo exactamente aquello que los entes requerían para obtener muestras de esperma.
Con todo esto, Jacob supone que el interés de los alienígenas por las relaciones sexuales entre abducidos se limita a una pura cuestión de recolección de esperma.

Jacobs: ‘Las mujeres abducidas han informado que han sido embarazadas bajo circunstancias imposibles. No se habiendo mantenido relaciones sexuales han acabado embarazadas, continuado con el proceso, y parido bebés normales y sanos.’

Añade Jacobs que existe otro escenario de encuentros sexuales que comienza cuando un niño y una niña han sido abducidos en el mismo ovni. Allí comienzan a conocerse, y a verse una y otra vez, en cada episodio de abducción, hasta que se establece una amistad que ha sido dispuesta por los alienígenas. Cuando los niños, al paso de los años, se han convertido ya en adolescentes, ambos se adentran –a bordo del ovni- en una relación sexual. Jacobs menciona el caso de Terry Matthews, una chica que vivió la experiencia de conocer a bordo de un ovni a un muchacho llamado Ben Anderson. Ambos abducidos establecieron una profunda relación. En una ocasión, habiendo sido abducida, esperaba encontrarse de nuevo con Ben, pero los alienígenas le dijeron –fríamente- que el chico había muerto, y añadieron: ‘tenemos a otra persona a la que queremos que conozcas’. Cuando estas inteligencias advirtieron el disgusto de Terry por la pérdida de Ben, éstas le hicieron saber que la muerte del chico no había sido culpa de ellos, sino que murió en un accidente automovilístico.

Jacobs: ‘Ocasionalmente, dos abducidos se conocen en un contexto normal (no en un episodio ovni), donde ellos sienten un fuerte sentido de familiaridad mutua, sintiendo una poderosa atracción del uno al otro. Por ejemplo, Dena y Ray, supieron inmediatamente que eran el uno del otro desde que se conocieron. Desconocían el motivo de porqué sentían aquello, pero la fuerza de atracción era tan poderosa que ambos se divorciaron de sus esposos y se casaron. La hipnosis reveló que ambos habían tenido una duradera relación sexual durante la adolescencia, que exclusivamente había sucedido durante sus episodios de abducción’.

Continuará con ‘Controlando los asuntos humanos’.

La Amenaza 1
La Amenaza 2
La Amenaza 3
La Amenaza 4
La Amenaza 5
La Amenaza 6
La Amenaza 7

Archivo sobre alienígenas en Índice Temático.

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