lunes, 16 de julio de 2012

En Ituci preparamos ... PRESIDENTES: M. Rajoy (España) lo es desde 21/12/2011; F. Hollande (Francia) desde 17/05/2012 DIFERENCIAS



Pese a las diferencias sobre el “global” de la economía de cada uno de estos dos  países, veamos y reflexionemos sobre estas otras.
Hoy están circulando por la red estos mensajes:  



Uno.- Austeridad a la francesa: Los ministros de Hollande rebajan su sueldo un 30%. Todo el Ejecutivo francés ha firmado una "carta de deontología": se rebajan el sueldo y aceptan reglas contra privilegios y nepotismo. Además, ha reducido la edad de jubilación a 60 años (al contrario que España).

Primer Consejo de ministros para el presidente François Hollande
Primera medida muy simbólica para el nuevo Gobierno francés: todos sus
miembros, elegidos por el primer ministro Jean-Marc Ayrault, han firmado este
jueves una "carta de deontología" en la que han consentido una rebaja de su
sueldo de un 30%. A partir de ahora, la remuneración del presidente François
Hollande como la del primer ministro pasan de 21.300 euros brutos al mes a
14.910 euros. Todos los ministros, que ganaban 14.200 euros brutos, tendrán
que 'conformarse' con 9.940 euros al mes.
No sólo es la primera decisión del Gobierno galo, sino también una promesa que
cumple François Hollande, que se comprometió en crear un Estado imparcial. "Es
cuestión de ejemplaridad" dijo el nuevo primer ministro este miércoles en la
televisión francesa. La carta de deontología, que cada ministro ha tenido que
firmar al final del primer Consejo de ministros, define reglas de trabajo muy
estrictas desde el interés económico o el nepotismo hasta incluso la forma de
desplazarse.
Ninguna intervención a favor de un familiar o cercano.
Preparado durante la campaña por el equipo de Hollande, el documento, que
revela el diario Le Monde, impone condiciones estrictas de trabajo para los
ministros.
 Ningún regalo de más de 150 euros, ninguna invitación privada para
ellos son los primeros requisitos. Igualmente, cada miembro del Gobierno se
compromete a hacer una declaración de intereses para prevenir "cualquier
sospecha de interés privado". En este sentido, tendrán que renunciar a
cualquier participación en un organismo cuya actividad interesa su ministerio
y, sobre todo, "se abstendrán absolutamente de cualquier intervención en
relación a la situación de un familiar o de un cercano."
En conclusión, el documento recuerda a los ministros que deben renunciar a los
mandatos ejecutivos locales que tienen y que "sólo los gastos directamente
relacionados al ejercicio de sus funciones serán cargados al Estado". La
carta también impone que los desplazamientos de menos de tres horas tendrán que efectuarse en tren y que, excepto caso particular, los ministros
efectuarán "sus desplazamientos en coche con discreción y respetando las normas
de tráfico."
Y aún hay más...

HAZ QUE CIRCULE ESTE MENSAJE, QUE LLEGUE A NUESTROS POLÍTICOS DE TODOS LOS PARTIDOS, A VER SI SE LES CAE LA CARA DE VERGÜENZA.

Dos.- El texto que defenderá Moscovici en el Parlamento incluye la subida del impuesto de sociedades y de las opciones sobre acciones, pero también la reducción del 30% en los salarios del presidente y el primer ministro. En las últimas horas, un diputado socialista ha propuesto además gravar los beneficios de las tabaqueras, pero no está claro si esta medida se aprobará o no. La tasa del 75% sobre las rentas mayores de un millón de euros está programada para el otoño. Moscovici ha afirmado hoy que es un "impuesto patriótico", pero no "punitivo".
Estas son las medidas fundamentales y su valoración en euros:
— Los socialistas suprimen la bajada de las cotizaciones sociales a patronos y empleados, aunque para compensar esa carencia de ingresos se subirá dos puntos el impuesto de patrimonio (lo que permitirá recaudar 800 millones más en 2012 y 2.600 millones en 2013).
Contribución temporal, para este año, del impuesto a las grandes fortunas (2.300 millones de euros).
Se elimina la desgravación de las cargas sociales en las horas extras, salvo en las empresas de menos de 20 empleados, donde se mantienen las ventajas para el empresario (980 millones en 2012 y 3.000 millones desde 2013). Otra enmienda propone suprimir la exoneración fiscal, lo que supondría 1.500 millones, pero su presentación es incierta.
Se gravan las sucesiones y donaciones de 100.000 euros en adelante (antes el mínimo imponible era de 159.325 euros). Supondrá 140 millones de euros en 2012, 1.220 millones en 2013 y 1.430 millones desde 2014.
Baja un 30% los sueldos del presidente y el primer ministro: de 21.300 euros brutos al mes a 14.910.
— Suben las tasas inmobiliarias a los no residentes (50 millones en 2012, 250 millones desde 2013).
— Reducción de las exenciones a los patronos sobre el ahorro salarial: sube al 20% contra el 8% precedente (550 millones en 2012 y 2.300 millones en 2013).
Subida de impuestos a las opciones sobre acciones y a las acciones gratuitas: para las empresas del 14% al 30%; para los beneficiarios, del 8% al 10% (320 millones cada año).
Contribución excepcional del 4% sobre el valor de los stocks de productos petroleros depositados en los últimos tres meses de 2011 (550 millones de euros).
Aumento excepcional de un 5% a las empresas que facturen más de 250 millones al año, sin posibilidad de diferir pago (800 millones en 2012).
Regreso del IVA reducido del 5,5% a los libros y los espectáculos, que había pasado al 7% en abril.
— Se suprime la exención de los gastos escolares a los franceses que viven fuera del país.
Impuesto del 3% a los dividendos empresariales distribuidos.
Se duplica la tasa sobre las transacciones financieras hasta el 0,2% desde 1 de agosto (170 millones en 2012 y 500 millones desde 2013).
Impuesto excepcional para los bancos por un montante idéntico al del índice del riesgo sistémico. Permitirá recaudar 550 millones extras este año. Una enmienda propone doblar la tasa del 0,25% al 0,5% en 2013.
HAZ QUE CIRCULE TAMBIÉN ESTE OTRO, QUE LLEGUE A NUESTROS POLÍTICOS DE TODOS LOS PARTIDOS, A VER SI SE LES CAE LA CARA CON MÁS VERGÜENZA TODAVÍA.
Tres.- Rajoy sabe que España no está intervenida
Director gerente, Fundación Alternativas
España no está intervenida por la Unión Europea. Si lo estuviera, tendrían sentido las afirmaciones del presidente Rajoy y del ministro Montoro responsabilizando a Bruselas de las medidas aprobadas por el Gobierno para reducir el déficit del Estado. Pero no es el caso y, mal que le pese, el Ejecutivo tiene que asumir su propia y exclusiva responsabilidad en la orientación de las mismas y dejarse de echar las culpas al maestro armero o al empedrado comunitario.
Nuestro país ha recibido la solidaridad europea en forma de un rescate parcial para salvar a algunos bancos en dificultades a través de un préstamo a un interés que no llega a la mitad del que pagaría en el mercado y con un largo plazo de devolución: 15 años. Para ello, ha suscrito con la UE un contrato de más de treinta puntos en el que no figura ni una sola de las decisiones del Gobierno: subida del IVA, supresión de la paga de Navidad a los funcionarios, reducción del subsidio de desempleo, etc.
Es más, se ha alargado en un año el límite temporal para el cumplimiento de los compromisos de rebaja de los números rojos del Estado que el Ejecutivo había adquirido ante Bruselas en el marco del procedimiento por déficit excesivo abierto por la Comisión Europea a España. Es decir, a la vista de la situación se han dado facilidades adicionales a nuestro país, sin olvidar, por supuesto, que la futura aplicación de los acuerdos del reciente Consejo Europeo acabará también por beneficiarnos directa e indirectamente.
No somos ni Grecia ni Irlanda ni Portugal. Así que el Gobierno sigue contando con todo su poder constitucional para tomar las decisiones que considere oportunas, más aún cuando cuenta con una amplia mayoría absoluta en las Cortes. La UE exige, porque así se ha pactado con Madrid y de acuerdo con los Tratados que están en vigor, que se alcance una cifra determinada de déficit. Pero no está entre sus competencias decir cómo. En todo caso, podrá hacer recomendaciones sobre el camino de seguir que no pasan de ser eso, recomendaciones.
Por ejemplo, si en vez de recortar los ingresos a funcionarios y desempleados el Gobierno hubiera decidido instaurar un impuesto sobre las grandes fortunas para recaudar más, no duden de que la UE no se habría opuesto; tampoco lo habría hecho si en lugar de aumentar exponencialmente el IVA -que es el impuesto regresivo por excelencia y el más dañino para el consumo- se hubiera planteado una modificación del IRPF para hacerlo más progresivo y que pagaran más los que más tienen; tampoco hubiéramos oído protestar a la Comisión Europea, al Ecofin o al Eurogrupo si, más que reducir las partidas en dependencia, se hubieran disminuido los gastos suntuarios, protocolarios y de representación, que siguen siendo tan numerosos como inútiles (y deberían publicarse para general conocimiento).
Esa es la realidad. No estamos intervenidos por la UE y no se le dicta al Gobierno desde Bruselas lo que debe hacer en concreto para llegar a la meta fijada respecto al déficit.
Pero la táctica del Gobierno sigue siendo penosa. Primero se negó a llamar a las cosas por su nombre: rescate; luego trató de presentarlo como si fuéramos a recibir duros (o euros, mejor dicho) por pesetas; más tarde, al hilo de la Eurocopa, vistió las conclusiones del último Consejo Europeo como si fueran el bálsamo de Fierabrás y supusieran una victoria nacional sobre Alemania, provocando el lógico enfado de Berlín y otras capitales.
Todo con tal de despistar a la opinión pública. Cuando, a pesar de tantas batallas ganadas heroicamente, el alza imparable de la prima de riesgo y el hundimiento de la bolsa se encargaron de mostrar crudamente la realidad y no tuvo más remedio que aprobar un durísimo plan de ajuste, el Gobierno optó por echar las culpas a Europa: "Es la UE quien nos obligar a hacer todo esto porque no tenemos margen de maniobra".
No es verdad. Ese margen existe y la cuestión es qué opción elige libremente el Gobierno para alcanzar los objetivos: la austeridad basada en golpear a los sectores sociales más débiles y erosionados por la recesión o el crecimiento a partir de recursos obtenidos de los que más tienen y menos sufren la crisis.
La buena noticia, en fin, es que no estamos intervenidos. La mala, que con tal de salvar su propia y exclusiva responsabilidad, el Gobierno ha decidido poner en cuestión el europeísmo de la ciudadanía española echando la culpa de los recortes a quien no la tiene y, encima, nos ayuda con un préstamo barato y a largo plazo de devolución.
Por supuesto, la mayoría política que hoy gobierna la UE tiene sus propias responsabilidades en esta crisis global (comenzando por el empecinamiento en la austeridad y terminando por la actitud suicida del BCE al no comprar masivamente deuda pública de los países de la Eurozona), pero no incluyen ni las opciones ni los errores de Rajoy. Ya tiene bastante con las suyas.
Y ESTE OTRO MENSAJE,HAZ QUE CIRCULE TAMBIÉN, QUE LLEGUE A RAJOY, AL GOBIERNO Y LAS ORGANIZACIONES QUE LO SOSTIENEN.
Cuatro.- Y no olvides que en España entregamos dinero, de los Presupuestos Generales del Estado,  que en Francia no, a:
Iglesia Católica (único país del mundo) 15.000 millones de Euros. 

 
Cuatro.- Y no olvides que en España entregamos dinero, de los Presupuestos Generales del Estado,  que en Francia no, a:

Iglesia Católica (único país del mundo) 15.000 millones de Euros.

CEOE. Confederación Española de Organizaciones Empresariales. 600 millones de Euros (en números redondos), el triple que a las organizaciones sindicales, y el único país de Europa que se mueve en esas cifras.

Fundación Francisco Franco. Supera la decena de millones de Euros.

Fundación FAES (la fundación presidida por  J M Aznar que trata de integrar la filosofía neoliberal con la de la derecha extrema como modelo social) con varias decenas de millones de Euros.

PODRIAMOS SEGUIR, PERO ES SUFICIENTE PARA MARCAR TRISTEMENTE NUESTRAS DIFERENCIAS. HAZ TAMBIÉN QUE CIRCULE.


 

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