EL PRÍNCIPE FELIZ (1888)
El Príncipe Feliz, un cuento de Oscar Wilde
En la parte más alta de la ciudad, sobre una
columna, se alzaba la estatua del Príncipe Feliz. Estaba toda revestida de una
capa de oro fino. Por ojos tenía dos zafiros, y un gran rubí rojo ardía en la
empuñadura de su espada. Los ciudadanos admiraban la estatua del Príncipe
Feliz.
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