(de “El Athanor
de Arbatel” volumen 1 Núm.2 Septiembre 1998)
LUGARES SAGRADOS Y DE INICIACIÓN
El hombre desde
su asentamiento en el planeta ha ido encontrando en él lugares en los cuales se
encontraba más a gusto que en otros, dándose cuenta que allí, en aquellos
lugares, tenía más facilidad de ponerse en comunión con aquél o aquellos que
consideraba como dioses según su criterio o lo inculcado por otros. Desde que
lo fue descubriendo, el hombre ha otorgado intrínsecamente a esos lugares poder
para tal menester, llegando a construir ahí habitáculos, léase catedrales,
templos, ermitas, etc, o símbolos como cruceros, fuentes, columnas y otros, que
le armonizara de la mejor forma y más rápido con la deidad de que se tratara.
En el mundo son
innumerables estos lugares y, sean de una u otra religión o ideales , la
realidad es que efectivamente allí, en ese sitio en concreto, existe “algo” que
lleva al ser humano a vibrar de manera diferente a como lo hace normalmente, de
ahí el que todos los templos se hayan ido edificando unos sobre otros hasta
finales de del periodo llamado Renacimiento en que al parecer “se perdieron los
libros” como nos gusta decir, o mejor, al hombre se le subió el ego tanto que
desestimó el conocimiento divino. Desde entonces acá los templos no dicen nada
al que tiene algo de sensibilidad y entra en él. Vean al respecto los templos
actuales, al menos los de la religión católica, analícenlo en sus proporciones
y orientación, procuren armonizarse en él y verán que decepción se llevan,
hagan esto por contra, en una catedral
gótica y contrastarán la diferencia.
A este apartado
del Boletín traeremos lugares en los que el hombre ha encontrado siempre paz y
armonía para consigo mismo al ponerse acorde con las vibraciones del Cósmico al
estar sobre un punto determinado de las corrientes telúricas del planeta donde
confluyen las cósmicas, con lo que se produce un heterodinaje con la
consecuencia de crear en él una relajación profunda sin casi darse cuenta, la
que como resultado más inmediato y positivo la trae una gran paz interior que
le abre la mente a todo lo relacionado con el plano espiritual, pudiendo, en
ese lugar y en esa disposición de ánimo cargarlas pilas como ahora se dice
vulgarmente, aunque en realidad lo que hace es darse “un masaje psíquico” de
resultado desconocido por él hasta ese momento.
El lugar que
comentaremos hoy es la Cripta de San Antolín ubicada en la Catedral de
Palencia.
Se baja a ella
por una escalinata estrecha situada en el Trascoro para llegar a una especie de
salón largo que va estrechándose conforme caminamos hacia el fondo, bóvedas de
cañón y techo bajo. Nada más bajarnos encontramos a nuestra izquierda con un
Pozo, aún no cegado cuando estuvimos allí, por lo que poniendo las manos sobre él, palmas hacia abajo y con
una cierta actitud mental, las radiaciones, telúricas terrestres, venidas del
fondo eran totalmente perceptibles por nosotros. Pasada esta experiencia que
nos puso en armonía con nuestro Yo Interior, caminamos hacia adelante, hacia el
Este para encontrarnos con un Ara apoyado sobre dos columnas cuadradas que, a
su vez, lo están sobre un entarimado, ambos al parecer de fabricación
relativamente moderna. Detrás de Ara, una columna una al centro de éste soporta
en su capitel al Santo que da nombre a la Cripta; San Antolín. Por detrás del
santo vemos tres puertas, las laterales cegadas, y la del centro, que da paso a
un salón más pequeño que los recorridos, donde vemos una especie de “baño” con
asientos de piedra alrededor, al fondo dos columnas de mármol blanco.
Que ésta cripta
fue un lugar de iniciación nos lo corrobora, entre otras cosas, las tres partes
en que está dividida, la presencia del Agua al principio (pozo), el baño o
piscina al final y el Ara intermedio donde era recibido el Postulante y
exhortado para ser Neófito, así como la Acústica allí reinante. Tuvimos ocasión
de probar algún que otro sonido, ya que estuvimos solos un buen rato, chascando
los dedos o modulando algunos sonidos
vocales la vibraciones producidas nos hacían vibrar cierta partes de nuestros
cuerpos, notando entrar y salir de él energías que afectaban al recinto y nos
llevaron a un éxtasis y a un tiempo remoto.
Todo duró hasta
que llegó un grupo de turistas y se rompió el encanto.
Lo dicho nos
confirmó ser ésta una Cripta Iniciática, como otras muchas al, también saber
que las columnas son romanas y el Ara visigótico, del reinado del rey Wamba,
además de una leyenda, y toda leyenda tiene una base de verdad, sobre que el
Rey Don Sancho estando de caza persiguiendo a un jabalí, éste se escondió en
una oquedad que resultaría ser la cueva donde hoy está la cripta descrita, el
rey entró para darle muerte y, al ir a lanzarle un venablo se le paralizo el
brazo, dándose cuenta entonces que había entrado en un recinto sagrado al
divisar en la oscuridad una imagen que resultó ser la de San Antolín, ante la
cual oró pidiéndole la curación de su brazo, prometiéndole erigir un templo
para darle culto. El brazo del rey fue curado y éste cumplió su promesa, por lo
que hoy día nosotros podemos disfrutar de ese templo como es la Catedral de
Palencia.
Algunas
aclaraciones sobre lo dicho, sacado de nuestra primera estancia en Palencia a
mediado de los años 90 del pasado siglo. La leyenda que nosotros encontramos
era que San Antolín fue desmembrado al igual que Osiris, el personaje central
de la trinidad egipcia, y arrojado al
río Carrión del que salió completamente restaurado, al igual que Osiris del
Nilo. San Antolín nunca estuvo en Palencia, sus restos los trajo aquí el rey
visigodo Wamba. Según algunos historiadores, el rey (Sancho III el Mayor) que
prometió y cumplió la promesa de erigir un templo por la realización del
milagro en su persona al pretender matar a un jabalí que perseguía, fue al
contrario era el jabalí el que le perseguía a él refugiándose en una hoya; la
hoy Cripta de San Antolín.
Juan Sánchez Gallego (Arbatel)
2012
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